Acostumbrados como estamos los mexicanos, a ver en el actuar gubernamental siempre planes secretos y maquinaciones oscuras, perdemos en ocasiones la lectura evidente. El gobierno federal ha interpuesto acciones de inconstitucionalidad en contra de dos –hasta ahora- entidades federativas por aprobar ilegalmente sus “paquetes de impunidad”; y hay ya quien señala que nada ocurrirá, cuando ya ha ocurrido lo más importante: el presidente ha abandonado a quienes señaló en su momento como la “nueva generación” del PRI nacional.
Y es que hay analistas que, con una visión jurídica, señalan que la medida ordenada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en contra de los gobiernos de Quintana Roo y Veracruz –Chihuahua ya está también en proceso-, no tendría mayor repercusión que la recomposición de la norma y el nombramiento de funcionarios cuando las leyes secundarias del sistema nacional anticorrupción entren en vigor (esa fue la base de la denuncia actual, que a nivel nacional aun nada se aprueba y los dos estados en cuestión se adelantaron a las designaciones “a modo” para blindar su salida del gobierno), olvidan que es el mensaje político es el que realmente importa; y ese dice que el presidente tiene ya relación con los gobernadores entrantes…los salientes son lo de menos.
Cuando era aspirante a la Presidencia, Peña Nieto utilizó la imagen de estos gobernadores para ejemplificar la existencia de un nuevo PRI, los escándalos de corrupción aun no los alcanzaban; ahora los usa para mandar un mensaje a todos los mandatarios, para dar un “golpe en la mesa”, para intentar incluso recomponer la degradada imagen presidencial con rumbo a las elecciones de 2018, en las que el PRI muy probablemente perderá, debido a esos malos gobiernos que, hasta ahora, no solo han sido tolerados, sino hasta consentidos por el sistema federal… hasta ahora.
El presidente ha dejado descobijados políticamente a tres gobernadores de su partido, es de esperarse, por tanto, que las acciones de inconstitucionalidad se promuevan también contra de lo aprobado por el gobierno y Congreso de Puebla, eminentemente panista, lo cual no debiera ser reprobado por los dirigentes de ese partido, pues fueron quienes exigieron justicia; y entonces si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resuelve en un mes o tres años la queja presidencial parece ahora secundario, porque el presidente de la República está en concordia con los mandatarios que entrarán, y los otros… al olvido, por ahora, en tanto les llega la acción de la justicia por otros temas.
Así, no perdamos perspectiva, el presidente ha dado el “golpe en la mesa” y faltará ver si verdaderamente serán los ahora señalados los que sirvan de ejemplo y lo que prueben las consecuencias a la postre del “encabronamiento presidencial”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
A tiro de piedra: El mensaje de EPN
Julian Santiesteban (@JulianIsaac77)