Washington, 18 jul (PL) Montrell Jackson, uno de los agentes del orden recién asesinados en Baton Rouge, había confesado públicamente su cansancio físico y emocional por el estigma que representaba ser un policía negro en Estados Unidos.
El portal Huffington Post publicó hoy un mensaje de estado colgado por Jackson hace dos semanas en su cuenta de Facebook, justo después que el afroamericano Alton Sterling muriera a manos de la policía en Baton Rouge, desatando una espiral de violencia social.
«Juro por Dios que amo a esta ciudad, pero me pregunto si esta ciudad me ama a mí. Cuando estoy de uniforme me miran con odio, y cuando estoy sin uniforme me consideran una amenaza», escribió el oficial de 32 años de edad, una de las tres víctimas mortales de ayer.
Su mensaje coincidió además con el asesinato de cinco policías en Dallas, emboscados por un francotirador que abrió fuego durante una manifestación pacífica del movimiento «Black Lives Matter«, que protesta contra los prejuicios raciales.
Según un conteo que lleva el periódico The Guardian, al menos 146 afroamericanos han muerto este año a manos de la policía, dato que fundamenta el criterio de que persisten los prejuicios raciales en las fuerzas del orden y en la sociedad estadounidense.
El presidente Barack Obama condenó con inusitado énfasis el tiroteo de ayer en Baton Rouge, perpetrado por Gavin Eugene Long, e insistió en la necesidad de políticas más estrictas de control de armas y en la urgencia de un debate racial abierto.