Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que hacen
vale más que lo que sus opositores dicen
Antonio Maura y Montaner
Antes de la mitad del próximo mes de agosto, el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá aprobar el proyecto de redistritación federal, que tendrá como consecuencia inmediata que Quintana Roo tenga un diputado más para las elecciones de 2018, aunque eso no incida sustancialmente en la calidad de representación de los ciudadanos.
El proyecto que aprobará el INE tendrá poco más de tres años de vigencia, pues la norma establece que cada diez años debe hacerse una revisión, con base en el censo de población vigente, por ello los datos utilizados son los del 2010, y con base en ello se determinó que la Ciudad de México perderá tres de sus 27 distritos; Oaxaca, pasará de 11 a 10; Puebla, de 16 a 15; Sinaloa, de ocho a siete, y Veracruz, de 21 a 20.
En contraparte, siete entidades tendrán incrementos para los comicios de 2018, en todos los casos, por un distrito: Chiapas pasaría de 12 a 13, Guanajuato de 14 a 15, Jalisco de 19 a 20, Estado de México de 40 a 41, Querétaro de cuatro a cinco, Quintana Roo de tres a cuatro y Tamaulipas de ocho a nueve.
De acuerdo a los trabajos realizados por el INE, casi el treinta por ciento de la población del país tiene una sub o sobre representación en la Cámara de Diputados, pues tan sólo el 71.8 por ciento está en el rango de los 324 mil 944 habitantes por distrito, cifra que se estableció desde el 2005, lo cual evidentemente no afecta la vida cotidiana de los ciudadanos, pero sí establece diferencias sustanciales entre los candidatos que buscan el voto.
Reitero, los trabajos que el INE realiza desde 1996 –contemplando el Instituto Federal Electoral (IFE) que le antecedió- sólo tienen incidencia en la calidad de la competencia, no en la de los representantes; pues, en la 62 y 63 legislaturas federales, Quintana Roo ha contado con seis diputados, y lo único que ha obtenido su población son más impuestos y la aprobación de reformas que han afectado severamente su economía; por ejemplo, los incrementos a la energía eléctrica, los “renovados” gasolinazos, y otras medidas como el incremento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la modificación del huso horario ¿harán falta más ejemplos? Y sobre todo ¿algún quintanarroense recuerda algún beneficio en concreto derivado de la acción legislativa de alguno de sus representantes?
Más diputados tendrá Quintana Roo, pero no mejor representación, a menos que el despertar ciudadano sea real. En 2018 se tendrán cuatro oportunidades para demostrarlo, eligiendo representantes dignos, pero exijámosles también a los que ahora nos representan, pues ya los elegimos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Como siempre, le dejo notas que fundamentan lo expresado.