Paleontología sensible al tacto, la nueva apuesta del INAH

México, 22 jul (PL) Un proyecto con réplicas de fósiles y textos en Braille que desarrolla hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el norteño estado mexicano de Coahuila busca acercar a invidentes y débiles visuales a la paleontología.
Lo anterior se hará a través de un taller de experiencia táctil que se impartirá en escuelas cercanas a los yacimientos paleontológicos.
Aspira a aproximar el universo de los fósiles al público que nunca tendrá la oportunidad de mirar el enorme cuerpo y las fauces de un dinosaurio, las defensas del mamut o la espiral de los amonites, pero que sí lo podrá hacer a través de sus manos, señala un comunicado del INAH.
En México, poco más de un cuarto de la población (27,2 por ciento) es invidente o débil visual, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, añade el texto.
La paleontóloga Felisa Aguilar, investigadora del Centro INAH Coahuila y coordinadora del proyecto, destacó «lo difícil del reto al que se invitó a la comunidad de débiles visuales para que nos ayuden a hacerlo realidad».
Esta iniciativa tiene como objetivo explicar al público qué son los fósiles, cómo es el proceso de fosilización y cuáles especies se pueden encontrar en el suelo coahuilense, el más rico en yacimientos paleontológicos de México.
Son réplicas fidedignas en yeso, concreto y resina, de piezas originales descubiertas en Coahuila, como el Velafrons coahuilensis, dinosaurio herbívoro que vivió hace 72 millones de años y que se caracterizó por su frente en forma de vela de barco.
Hasta la fecha se cuenta con las reproducciones de huellas de dinosaurio ornitomímido, que se asemejó al avestruz actual, cuyas patas tenían tres dedos muy largos y delgados.
También se tienen mandíbulas de dinosaurios herbívoros de la región, el cráneo y la pata derecha del Velafrons coahuilensis y fósiles más antiguos que los dinosaurios, como los amonites y los trilobites.
El taller se impartirá simultáneamente al público con visión normal, al que se le vendarán los ojos, e invidente y débil visual, para dar al tacto la misma importancia que a la vista, subrayó Aguilar.

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