¿Tu vida o la mía, escoge?

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

La muerte del alcalde de San Juan Chamula, Domingo López González, junto con el síndico Narciso Lunes Hernández, ha dado muchas vueltas en las redes sociales, así como el video que se propaga como virus en donde quienes lo van reenviando a diferentes usuarios ha tomado una reacción totalmente contraria a lo que cualquiera pudiera esperar.

Dentro de los mensajes ante estos hechos, el 90 por ciento de ellos aprueban que la posición del pueblo de tomar la justicia con su propia mano fue lo correcto aunque muy pocos lo han visto como un acto de cobardía y deshumano porque el linchamiento hasta llegar a su muerte no es justificable, sin embargo, la oposición que es la mayoría no deja de tener la razón sobre un hecho que las misma autoridades han dejado de manera impune ante todos esos alcaldes y funcionarios públicos que abusan del poder de manera descarada, al igual que muchos gobernadores que al parecer cada vez va en aumento los que cometen el mismo acto de llenarse los bolsillos de dinero sin importarse a quien se lleven entre los pies.

La cultura de denunciar irregularidades de funcionarios públicos es algo que simplemente no sirve y difícilmente de comprobar terminando en nada o lo que es peor acaban como todos aquellos que ponen dedo a un criminal organizado, es decir, muerto.

Sin exagerar la comparación existe de muchas maneras de cómo un funcionario corrupto puede matar sin necesidad de usar golpes, patas o un arma de fuego.

Esos funcionarios o servidores públicos sin importar el orden jerárquico, tienen un arma más poderosa y cruel que cualquiera: poder.

El poder es el instrumento para poder aniquilar enemigos, cobrar venganzas personales o simplemente pisotear a cualquiera que se interponga entre su camino para poder enriquecerse a costa no solo de los recursos de programas que le corresponden al pueblo, sino también a través de los proveedores, pero sobre todo aquellos del rubro de la construcción en donde son condicionados en solicitarse un porcentaje en efecto sin antes concederle la obra pública y ahí se los van mareando y una vez exprimidos repiten lo mismo con otro proveedor hasta que una vez cansados le asignan al favorito dicha obra para que la terminen, pero obviamente que con su respectivo moche.

El poder es un arma más cruel que un linchamiento porque quien lo ejerce te va matando de hambre ya sea de poco a poquito dejándote fuera del presupuesto y con atrasos en sus pagos hasta que ya no tengas nada de recursos ni para llevar dinero a tu hogar para que coman y una vez que te tienen arrodillados te dan con el tiro de gracia en donde simplemente te dicen: quedas fuera y no hay dinero.

Hay otros quienes ejercen el poder que simplemente se lavan las manos como Poncio Pilato en donde entra una nueva administración desconociendo la deuda de la anterior y borrón y cuenta nueva, eso en el mejor de los escenarios porque de lo contrario puede ser un borrón y ya no trabajan con el prestador de servicio que durante años había trabajado de manera honestamente.

Es una cuestión de enfoque en donde cualquier lector podría decir que aquellos proveedores que se quedaron sin trabajo, que simplemente se pongan a trabajar y les podría preguntar a esos mismos lectores si un trabajo normal que si bien tienen suerte consigan un sueldo de 6 mil o 30 mil pesos podrían pagar deudas de arriba de un millón de pesos sin ejecuciones bancarias o simplemente aquellos ciudadanos que se quedaron sin un programa sin ejercer porque se lo robó el servidor público, tienen la posibilidad de reunir el dinero como una comunidad.

El pueblo ya no es ignorante, ya es gente que lee en un periódico o en noticias de mensaje de texto en donde el 90 por ciento de los mexicanos ya cuentan con un dispositivo inteligente y sus aplicaciones de noticias son gratuitas, es decir, los mexicanos de una u otra manera están informados de lo que pasa en nuestro país, sabe, si gobernadores o alcaldes roban o están infiltrados con el narco y la miopía de las autoridades de no hacer nada o inclusive participan no solo para ocultar información sino también ejecutar actos de violencia sin ser castigados.

Los mexicanos están cansados que ante estos hechos nadie es castigado, empero, dejan caer todo el peso de la ley en aquellos que llegan a robar por comida para su familia ante la falta de empleo.

Esto solamente ha comenzado en el sur del país, en donde las redes sociales lo quieren llevar para el resto de México de cobrarse justicia con su propia mano ante la nula reacción de las autoridades para castigar a esos malos gobernantes, pero lo bueno es que en nuestra entidad existe transparencia y esos actos de violencia nunca tocaran tierras coahuilenses.

Pero muy independiente de todo eso aquí lo más importante es si usted considera verdadera justicia la que imparten nuestras instituciones o aquellas que ejerce el pueblo en donde unos matan con el poder por medio del estómago y otros con linchamientos y balas. ¿Si tuvieras qué escoger entre la muerte tú o el otro, cual escoges?

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