BLAS A. BUENDÍA
Ante connotados notarios, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), magistrado Edgar Elías Azar aseguró que la oralidad será lo que prevalezca en el futuro, al recordar que ya hay una iniciativa de ley en el Congreso de la Unión para que los juzgados orales mercantiles pasen de conocer asuntos que rondan los 540 mil pesos hasta aquellos de millón y medio, y con posterioridad con valores sin límite.
En el acto en el que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y el Colegio de Notarios del Distrito Federal firmaron un convenio de colaboración mediante el cual se capacitará y certificará a esos profesionistas como mediadores privados, el magistrado destacó que la oralidad en materia civil permite actualmente resolver asuntos entre 10 y 90 días.
Elías Azar subrayó que la profesión de abogado hoy debe de ser vista como otra cosa, con un tipo de litigio diferente, y destacó la importancia que reviste para jueces, magistrados y notarios la actualización.
Con la presencia de la presidenta del colegio, Sara Cuevas Villalobos, dijo que con la oralidad se está presentando el fenómeno de jueces que se han visto en la necesidad de no permitir que abogados no preparados sigan defendiendo a personas, y mandando llamar en ese momento a los defensores públicos. Eso está ocurriendo y ocurre en todas las materias, precisó.
Informó que también se dará impulso a otra iniciativa para crear el juicio oral hipotecario en el Congreso de la Unión.
“Nuestro ánimo de hacer un juicio oral hipotecario pronto estará presentado ya como iniciativa, en donde habrá muchísima circulación de bienes inmuebles y donde la banca tendrá una acción muy diligente para el cobro de sus garantías”, abundó.
El también presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos (Conatrib), refirió a la implementación del sistema penal acusatorio, y explicó que a nivel nacional la carga procesal de esta materia representa sólo el 17 por ciento.
En cambio, la familiar ocupa 40 por ciento de la carga de trabajo de todos los tribunales locales, subrayó, por lo que, puntualizó, “ello también se impulsa la transformación de los procesos escritos en orales de manera gradual y paulatina, pero sostenida, en temas como pensión alimenticia, divorcios, guarda y custodia, adopciones, interdicción y sucesiones, entre otros.
Insistió en que una vez concretadas las modificaciones legislativas para acrecentar el monto del que pueden conocer los jueces de oralidad civil y establecido el juicio oral hipotecario, se habrá dado otro gran avance en la justicia de todo el país.
En relación al convenio en materia de mediación signado entre el TSJCDMX y el Colegio de Notarios, el también connotado político y jurista guerrerense Édgar Elías Azar, pidió a los miembros que se inscriban en el curso para capacitarlos y certificarlos como mediadores privados, a fin de que cada notaría coadyuve en auxilio de la administración de justicia.
Limpia en la abogacía
Recientemente, y para quienes se creían “abogados intocables” y que debido a su alta influencia en juzgados de las diversas ramas del Derecho truncaban su carrera por el dinero fácil para integrarse al fenómeno llamado “coyotaje” ejerciendo, incluso, la abogacía sin título y menos cédula profesional, el Aparato de Justicia de la Ciudad de México, hará una limpia generalizada para rescatar el prestigio de esta materia, “ya que un coyote empaña la profesión de los abogados”.
Para ello, en la víspera, el TSJCDMX había suscrito suscrito dos convenios de colaboración con la Escuela Libre de Derecho, a fin de fortalecer la formación del personal judicial y consecuentemente la impartición de justicia, pero sobre todo, para fomentar la cultura de la mediación.
En aquella ocasión, el Doctor Edgar Elías Azar reconoció a la institución de enseñanza jurídica como de excelencia, con la que el Tribunal capitalino comparte muchas historias en su larga existencia de trabajo académico, al cual calificó como serio, discreto, constante y efectivo, fortaleciéndose su relación con una colaboración más estrecha.
Los instrumentos que se suscribieron están orientados también a la búsqueda de la excelencia académica.
En primer término, el Convenio Marco entre ambas instituciones, permitirá llevar a cabo un intercambio académico y de investigación en la ciencia jurídica, que brindará oportunidades a los servidores públicos judiciales, en materia de formación, actualización y capacitación, en temas como la oralidad, penal, civil, mercantil y familiar, fomentándose la investigación jurídica en esas materias.
Por otra parte, se celebró también un convenio específico, a fin de que la escuela construya un programa institucional de mediación que incluya la prestación de los servicios en materia de mediación, permitiendo también a sus alumnos la prestación del servicio social y la realización de prácticas profesionales en la casa de justicia de la capital de la República, y de manera particular en su Centro de Justicia Alternativa.
La colaboración permitirá la formación de mediadores en la Escuela Libre de Derecho, cuyos egresados serán considerados aspirantes a la obtención de la certificación y registro que realiza el tribunal.
El Rector de la Escuela Libre de Derecho, Doctor Luis Díaz Mirón, agradeció al magistrado Elías Azar la distinción ante la celebración de los convenios citados, expresándole su gratitud y el compromiso de la Escuela, ofreciendo una colaboración institucional absoluta.
En entrevista conjunta, ambos juristas coincidieron que el TSJCDMX será más escrupuloso en sus acciones para beneficio de la colectividad, incluso recomendaron a las personas que tienen litigios en los diversos juzgados en las ramas de lo familiar, civil y penal, para no caer en las garras del “coyotaje”, toda vez que se tiene conocimiento sobre la existencia de “escuelas patito”, que pese a estar reconocidas por la Secretaría de Educación Pública, titula a jóvenes abogados que fracasan en los procesos que supuestamente defienden a su clientela, convirtiéndose en estafadores del Derecho.
Es decir, la carrera de Derecho es una disciplina, que brinda instrumentos para lograr que las personas en sus relaciones diarias con los demás, se rijan por leyes que permitan que la sociedad funcione justa y ordenadamente, y en la praxis, aun permean en los exteriores del TSJCDMX como auténticos “buitres” para engañar a incautos que se ubican en desgracia jurídica.