Washington, 18 ago (PL) El Departamento de Justicia anunció hoy que tiene previsto eliminar gradualmente las prisiones privadas en Estados Unidos por ser poco eficaces y menos seguras que las instalaciones penitenciarias regidas por el gobierno federal.
En un memorando emitido por la Fiscal General adjunta, Sally Yates, y difundido aquí por el diario The Washington Post, se dan instrucciones a los funcionarios de dicho despacho de no renovar los contratos con los operadores privados de prisiones o bien «reducir sustancialmente» el alcance de este tipo de contratos.
El objetivo, destaca el documento, es poner fin al uso de prisiones de gestión privada.
«Ellos simplemente no proporcionan el mismo nivel de servicios correccionales, programas y recursos; no ahorran notablemente los costos, y como se señaló en un informe reciente de la Oficina del Inspector General del Departamento, no mantienen el mismo nivel de protección y seguridad», subrayó Yates en el comunicado.
El memorando destaca que el Departamento de Justicia contrató a instituciones privadas hace cerca de 10 años, después de una explosión de la población penal, pero esta declinó su crecimiento desde 2013.
«Las prisiones privadas -agregó la Fiscal General adjunta- tuvieron un papel importante durante un período de tiempo difícil, pero ahora son menos eficaces que las instalaciones administradas por el gobierno».
Actualmente, cerca del 20 por ciento de la población penal en Estados Unidos cumple sus condenas en cárceles privadas, vinculadas principalmente a la empresa GEO Group, que cuenta con 36 cárceles y unas 44 mil capacidades y Corrections Corporation of America que dispone de 47 prisiones que albergan a 68 mil reclusos.
Estados Unidos es el país con más reclusos por habitantes con una cifra que alcanza los 2,3 millones de personas privadas de libertad.
Sistema penitenciario privado en EE.UU. podría desaparecer
