Buenos Aires, 24 ago (PL) A tono con la recesión que hoy afecta a la economía argentina, el desempleo subió a 9,3 por ciento en el segundo trimestre de 2016 lo que significa un millón 165 mil parados al cierre de junio.
Las cifras las aportó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el cual reconoció que el sector manufacturero es uno de los más afectados por la retracción y particularmente las pequeñas y medianas empresas.
El portal de noticias El Destapeweb señala que de los números del Indec se puede calcular que 688 mil 160 argentinos quedaron desocupados de fin de septiembre de 2015 a junio de 2016.
Tal reporte coincide con los estimados de consultoras privadas, en tanto EcoLatina vaticina que la pérdida de puestos de trabajo ascenderá a 12 por ciento al terminar el año.
El cierre de empleos se hace sentir con mayor intensidad en las ciudades más pobladas, por la caída también en la construcción.
Según el último informe del Estudio Bein, los números de actividad del segundo trimestre y los primeros registros del tercero son elocuentes: la economía sigue en recesión con desplomes que alcanzan al 18 por ciento interanual en construcción, seis por ciento en industria y cinco en comercio.
De acuerdo con las estadísticas, las mayores tasas de desempleo corresponden a Gran Rosario (11,7 por ciento), Mar del Plata (11,6), Gran Córdoba (11,5), partidos del Gran Buenos Aires (11,2), Río Cuarto (10,5) y Gran Buenos Aires (10,6).
El titular del Indec, Jorge Todesca, quien es cercano al presidente Mauricio Macri, admitió que «es evidente que estamos ante una situación grave en el mercado de trabajo».
La subocupación también alcanza cifras elevadas, pues según el Indec representa el 11,2 por ciento de la masa laboral.
Otro dato que surge del informe oficial es que uno de cada tres trabajadores labora en negro. Así, la proporción de empleo no registrado llega a 33,4 por ciento.
Tras conocerse los datos laborales, el secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina, Hugo Yasky, dijo anoche al canal C5N que «cuando el desempleo va a la baja, los salarios también».
«Hay quienes dicen que el Gobierno necesita dos dígitos de desocupación para que los sindicatos bajen la cabeza. Esto no se produce por casualidad hay una búsqueda de estos índices de desempleo porque son funcionales a las políticas de la actual administración», advirtió.
Partidario de que todas federaciones sindicales deben realizar un paro general, Yasky estima que si «los trabajadores no defendemos el empleo, no reclamamos una agenda de políticas sociales y la protección a la pequeña empresa, la situación se agravará».