Hay que atender este tema de manera integral y no parcial, asegura el legislador Leones Luna
Desde la época del trueque de las chácharas hasta la sofisticación del comercio acorde a los tiempos del neoliberalismo con la apertura indiscriminada de grandes consorcios que han dañado el mercado nacional y el iracundo saqueo de la riqueza nacional, la Asamblea Legislativa anunció que estudiará la problemática particularmente de los tianguis sobre ruedas en la Ciudad de México, que es una de las principales fuentes generadoras del subempleo.
El diputado perredista Leonel Luna Estrada propuso un foro de análisis y debate para buscar una solución integral a la situación de los tianguistas, luego que más de 30 organizaciones de tianguis en diversas delegaciones solicitaran la intervención de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
El legislador reconoció que los tianguis representan espacios importantes de consumo popular para la Ciudad de México, ya que un 43 por ciento de los capitalinos compran sus alimentos, calzado, ropa y productos del hogar en mercados sobre ruedas y con tianguistas, de acuerdo a datos de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México (Sedeco).
Luego que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitiera una serie de recomendaciones para retirar tianguis en ocho delegaciones, consideró de vital importancia encontrar una solución integral, ya que al reubicarlos a otros sitios muchas veces regresan al mismo o se trasladan a lugares poco adecuados, lo que agrava la situación de movilidad y generan molestias vecinales.
Entre las organizaciones de tianguistas que solicitaron la intervención de la ALDF están la Unión de Comerciantes, Tianguistas Don Víctor., la Confederación Nacional de Trabajadores No Asalariados, la Asociación Nacional de Comerciantes, Tianguistas y Ambulantes “Enrique Flores Osorio” A. C., Comerciantes de la Ruta 8 de Mercados Sobre Ruedas, Nueva Unión de Comerciantes y Obreros Desplazados de sus Trabajos, Federación de Mercados y Concentraciones Populares de Anáhuac, Unión de Comerciantes de los Días de Tianguis del Distrito Federal y Estados de la República, entre otros.
El presidente de la Comisión de Gobierno y Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF, señaló que a la CDHDF le faltó tomar en cuenta la posición de las personas o grupos que ejercen el comercio en vía pública como es el caso de los tianguistas, por lo que, en aras de proteger los derechos de unos, promueve la posible violación de los derechos de otros, sin lograr un equilibrio.
Desde su punto de vista, estas recomendaciones elaboradas por la CDHDF omiten dar intervención y derecho de audiencia a las personas que realizan esta actividad, no reconoce la realidad compleja de los tianguistas, mercados sobre ruedas y comercio ambulante como una problemática social, económica y multifactorial.
“Lejos de dar una solución se limita a recomendar acciones parciales solo a ocho de las 16 delegaciones políticas, por lo que es necesario ir más a fondo y buscar una acción integral de respeto a los derechos humanos de todos”, resaltó.
Leonel Luna propuso, por esta razón, un foro que analice el caso de los tianguis para atender esta problemática a nivel Ciudad de México, donde participen autoridades de la Sedeco, tianguistas y legisladores, con el objetivo de encontrar una solución y respetar los derechos al mismo tiempo de tianguistas y ciudadanos.
Según el ensayo de diversas organizaciones afines, desde hace algún tiempo ha venido tratando de presentar un conjunto de reflexiones en torno a la regulación del comercio informal en México.
Para tal efecto, se aborda la problemática a partir de los elementos formales contenidos en la legislación federal relativos a la libertad de comercio, y algunas conexiones que dicho régimen tiene con otras esferas normativas.
Es de destacarse que se ofrece, a manera de ilustración del tema, una aproximación a la realidad que opera respecto del comercio informal en la Ciudad de México, en especial el que se ejerce en la vía pública y que por cierto, ha convertido a todo el territorio azteca en un “hormiguero” de comerciantes donde desfilan miles y hasta millones de consumidores por el también llamado “Palacio del Suelo”, para conseguir la cháchara que necesitan.