José Ramón Enríquez, el dramaturgo que habla desde la poesía

“Es un dramaturgo de la modernidad, es un dramaturgo que emerge de la gran transformación teatral que sucedió en la segunda mitad del siglo XX, es decir, el teatro no es literatura, lo que José Ramón hace es poesía escénica”, agregó Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro.

Por Karen Rivera
 
Esta noche tengo el honor de entregarle la Medalla Bellas Artes a José Ramón Enríquez, con la cual la Secretaria de Cultura del Gobierno Federal reconoce a los creadores que han enriquecido el patrimonio artístico de nuestro país y cuya obra y trayectoria son ejemplo e inspiración para las nuevas generaciones”, comentó María Cristina García, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Acompañado por Antonio Crestani, Luis de Tavira, por colegas y amigos; el poeta, dramaturgo y ensayista mexicano José Ramón Enríquez  recibió la máxima presea que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes. La  Sala Manuel M. Ponce fue el escenario donde también  se conmemoraron los 50 años de trayectoria del autor de obras como El fuego: Ciudad sin sueño y Orestes parte.
 

Federico García Lorca afirmaba que la poesía se humaniza en el teatro, José Ramón Enríquez su gran lector, encontró en el teatro y la poesía su forma de ser en el mundo”.

Es un dramaturgo de la modernidad, es un dramaturgo que emerge de la gran transformación teatral que sucedió en la segunda mitad del siglo XX, es decir, el teatro no es literatura, lo que José Ramón hace es poesía escénica”, agregó Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro.
Luis de Tavira también retomó la importancia de difundir la obra  del hombre que piensa en verso.
Sin embargo, Shakespeare; sin embargo, Goethe; sin embargo, Schiller; sin embargo, Lope, Calderón, Cervantes están en verso y el verso ha dejado de estar en la sensibilidad de los públicos, José Ramón la conserva”.
Estoy agobiado, realmente abrumado pues porque es demasiado y realmente no he hecho más que mi deber, no he ido más allá. Pues hay que seguirle no. ¡Muchas gracias!”, concluyó Enríquez.

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