La Habana, 10 sep (PL) Cerca de 27,3 millones de latinos en Estados Unidos están calificados para votar en las elecciones presidenciales de noviembre, el 11,9 por ciento del total de los que decidirán la puja por la Casa Blanca.
El peso de la primera minoría del país puede ser sustantivo cuando los dos principales candidatos, Hillary Clinton (demócratas) y Donald Trump (republicanos), están separados en las encuestas a nivel nacional por un estrecho margen que fluctúa entre tres y siete por ciento, según encuestas.
Desde hace varios años, y más en los últimos meses, las organizaciones latinas hacen esfuerzos en el fomento de la participación de sus miembros en un año que algunos especulan podría hacer que los votantes hispanos se conviertan en un peso pesado para decidir una contienda.
En el último año diferentes análisis indican que no hay nada más que esperanza de que se concrete el sueño del Partido Republicano de ganar gran parte del voto de los hispanos en noviembre de 2016.
En eso sin duda influyó el mensaje agresivo de su candidato Donald Trump, quien difícilmente se acerque al voto latino obtenido por George W. Bush en 2004 cuando ganó el 44 por ciento, una meta que todo indica tendrá que esperar por otro ciclo electoral.
Aunque Trump insiste en que los hispanos lo aman difícilmente pueda conseguir al menos una cuarta parte de su apoyo y coquetear con el 30 por ciento pese a las tenues modificaciones de su mensaje antiinmigrante.
Es previsible que entre los hispanos de origen mexicano, que representan la mayor proporción de los latinos en Estados Unidos, Clinton supere a Trump, ampliamente, e incluso en estados como Nevada, Colorado, Nuevo México y Florida, puedan inclinar la balanza en unos comicios que se decidirán por un Colegio Electoral en el que el ganador de más votos estatales se convertirá en el 45 presidente del país.
En Florida, un estado donde la lucha es reñida, los latinos representan el el 17 por ciento del voto, y su afluencia a las urnas el 8 de noviembre puede representar la estocada final a las aspiraciones de Trump de llegar al gobierno.
Por otra parte, y frente a los planes de Trump contra cerca de 11 millones de inmigrantes que amenaza con expulsar del país, hay republicanos que se disponen a trabajar con los demócratas para cambiar las leyes migratorias.
Según estadísticas oficiales en 164 de los 435 distritos en el país, el porcentaje de votantes latinos elegibles aumentó en al menos un punto porcentual durante los últimos cuatro años, y aunque la mayoría de los distritos que tuvieron el mayor crecimiento están en manos de los demócratas, 70 de los 164 están en manos de los republicanos.
No cabe duda que los votantes latinos -según todas las encuestas- están en contra de Trump en proporciones récord pero la pregunta es: ¿saldrán a votar?
Al respecto, Arturo Vargas, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (NALEO) estima que eso no está tan claro, a pesar de la existencia Trump.
Vargas aclara que sí cree que el voto latino va a superar la proyección de su organización, de 13.1 millones de votantes latinos en las urnas el próximo noviembre, pero otros 13 millones que podrían participar, normalmente no lo hacen.
La mayor parte de los votantes latinos están en estados como California, Texas, Florida y Nueva York. Sin embargo, de estos cuatro, solo Florida es un «swing state» o estado en disputa, en el que las tendencias de registro no garantizan un triunfo para demócratas o republicanos.
La gran interrogante hoy es si los latinos acudirán en número mayor al 50 por ciento a las urnas y si las amenazas de Trump inclinarán su voto de forma mayoritaria por la candidata de los demócratas.
Estados Unidos: si los latinos votan…
Por Luis Beaton