Londres, 13 sep (PL) Un estudio japonés publicado hoy revela la correlación entre los grandes terremotos y las lunas llena y nueva, ocasión en que las mareas registran tensiones elevadas.
La elevación del nivel del mar puede afectar a los pequeños temblores en ciertos lugares, señalaron los científicos en un artículo divulgado en la revista Nature Geoscience.
En tal sentido, consideraron que son más probables durante esas fases de la luna grandes terremotos como los que devastaron Chile en 2010 y Japón en 2011, así como los de la Falla de San Andrés en California o la región de Cascadia de la costa oeste de América del Norte.
Como parte de la pesquisa, el equipo de Satoshi Ide, sismólogo de la Universidad de Tokio, investigó tres registros separados de terremotos que cubren Japón, California y el mundo entero.
A propósito de ello, encontraron que los grandes movimientos telúricos como los que afectaron a Chile y Tohoku-Oki se produjeron cerca de la hora de máxima deformación de las mareas, cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean.
Por eso subrayaron que el número de terremotos de magnitud alta asciende a nivel mundial cuando las fuerzas de marea suben.