Veneno Puro

Rafael Loret de Mola
Por Rafael Loret de Mola

*Siempre hay Salidas
*Evaluación Policíaca
*Estar bajo Custodia

“Se puede gobernar de cualquier manera… menos con miedo”. La sentencia, aguda y certera, la escuché en voz de un gobernador del sureste del país acosado por los barruntos centralistas y las alianzas soterradas; parecía estar en una isla en donde los recursos pasaban de largo con rumbo a Cancún, centro de acopio de las vanidades presidenciales de las décadas de los setenta y ochenta de la centuria anterior. ¡Y se erigió estado a Quintana Roo con la promoción artificial para que hubiera suficientes pobladores para justificar la medida!
Ahora, claro, ya nadie recuerda el antecedente sobre todo por el vigor de los quintanarroenses quienes rompieron las cadenas virreinales asfixiantes cuando cesó la designación desde la capital del país –1975-, e inició su recorrido con sus primeras elecciones regionales que ganó el priísta Jesús Martínez Ross; antes, había fincado heredades como gobernador, el tabasqueño David Gustavo Gutiérrez Ruiz quien, retirado por ladrón de la política con el amparo de echeverría acabó siendo secuestrado dos veces –y liberado en sendas ocasiones luego de pagar una cifra millonaria de dólares-, al situarse como uno de los más ricos de Villahermosa. Dios castiga sin palo ni piedra.
Viene a cuento lo anterior porque da la impresión que el presidente peña intenta, sólo eso, en hundir el pie en el acelerador y marchar hacia el abismo. Fue tarde cuando se dio a reorganizar sus propios cuadros y comenzar a atacar los mayores flagelos, el de la violencia en primer lugar y el de las deudas estatales en segundo, como efectos de un largo y ominoso transitar de la derecha por dieciséis años de vida republicana.
Fíjense ustedes: uno de los mayores reproches que pueden hacerse a los ex mandatarios panistas es su timidez hasta para revisar la historia patria despojándola de mitos y antihéroes convertidos en lo contrario por conveniencias circunstanciales. Con ello, además, habrían ganando puntos en su conservadurismo ante los ojos poco doctos de quienes creen en las telenovelas como guías existenciales imperecederas. Pues ni eso hicieron; vaya, no se atrevieron a escudriñar los expedientes de los presuntos crímenes contra algunos de sus principales iconos –el “Maquío” Clouthier, por ejemplo, muerte bajo sospecha de sus propios hijos, con quienes hemos hablado al respecto, y de no pocos de cuantos fueron sus mayores colaboradores, seguros igualmente de que la versión del supuesto “accidente” carreteril es un salida ridícula al mar de fondo-; ¿qué esperar, entonces, sobre los asesinatos de los periodistas bajo la férula de represores del PRI y el PAN a lo largo de más de un cuarto de siglo, coincidente con los respectivos “booms” del narcotráfico?
A cambio de ello, temerosos de ser vistos, a hurtadillas, los panistas en el poder financiaron series de televisión, con motivo del bicentenario de la Independencia si bien poco se movieron con el tema de la Revolución de 1910 acaso por presiones del priísmo en fase de retorno, y películas como “Hidalgo” y “Cristiada” en donde los lugares comunes se convierten en una especie de doctrinario para quienes desconocen los hechos –sobre todo los relacionados con la cruenta guerra de los cristeros, fanatizados por religiosos irresponsables mientras la Santa Sede se desentendía del fenómeno para no mancharse-, y aceptan la catarata de imprecisiones y aterrizajes del libreto absolutamente tendenciosos. Por ejemplo, se presenta a Calles como “un monstruo” y se ignora, por ejemplo, que fue jefe directo de Manuel Gómez Morín, fundador del PAN, cuando creó el Banco de México y acabó con el caudillaje posrevolucionario aunque para ello se derramara mucha sangre como la del general Francisco R. Serrano y sus lugartenientes en la llamada matanza de Huitzilac de la que fue responsable directo el general Claudio Fox. Este apellido, en dos ocasiones, ha resultado devastador para los mexicanos. Los círculos siempre se cierran.
Pese a todo, podemos deducir que la pretendida y tímida culturización de la derecha fue un escandaloso fracaso; bastaron algunos documentales –“Presunto Culpable” y “De Panzazo”-, para exhibir la podredumbre de un sistema insostenible al que apenas había rozado el panismo en el poder a trueque de sus torpes e inútiles propuestas de cambio. Nada de eso: sólo simulaciones. Y tales duraron doce años para que ahora se pretenda una transformación estructural. Absurdo. Mucho tendría que razonarse al respecto antes de caer en discusiones bizantinas y ligeras con argumentos reiterativos e insostenibles para una inteligencia mediana.
Es cierto: la violencia sigue por la misma senda bajo el peso de una guerra absurda iniciada por calderón y que no será fácil parar. Bien se sabe que hay tres caminos: la negociación –lo que nos convertiría en un estado fallido bajo las órdenes del narco-, la legalización de consumo y transportación de drogas –lo que elevaría lo primero hasta estabilizarse poco a poco con medidas alternas- y el mantenimiento de la guerra. Ninguna de las alternativas está exenta de riesgos y, mucho menos, de polémicas. Pero si hay alguien que tenga otra a la mano debe hacerla saber de una vez… siempre y cuando no sea el aniquilamiento de las tantas ciudades dominadas por los cárteles y sojuzgadas por el ejército con derechos execrables.
Y, sobre las deudas estatales, también hay opciones. Por ejemplo, ¿qué se espera para proceder, en serio, contra el Grupo México, causante principal de los estallidos en la mina de Pasta de Conchos en 2006? Germán Larrea Mota-Velasco, uno de los intocables, situó a su compañía en el número dieciséis de las mayores empresas mexicanas con ventas netas por 129 mil 662 millones de pesos mientras sus trabajadores, los mineros, trabajan en condiciones infrahumanas. Por cierto, el absurdo de cerrar las entradas fue sólo un pretexto político: las víctimas sufrieron una temperatura de mil quinientos grados; si calculamos que, a mil doscientos grados, un cadáver puede incinerarse en dos horas, ¿había necesidad de engañar a los deudos con un rescate que se sabía tan inútil como imposible? No había ni rastros de aquellos pobres hombres…a quienes ni siquiera protegieron debidamente. Un verdadero horror. Y de allí al mito de las fogatas de Cocula no se aplicó siquiera la cordura.
¿No sería una medida justa expropiarles a estos sujetos sus empresas de minería para entregarlas al depauperado gobierno de Coahuila? ¡Ay, ya sé! Nos salta el demonio de la corrupción oficial que dilapida nuestros mejores recursos. ¿Cuántas paraestatales se han ido al traste por la mala administración pública? Y lo peor: se venden las buenas –como Telmex- para zanjar así los compromisos y complicidades de altos vuelos. Por ello, tendríamos que ir con reparos…pero es un camino necesario que debe recorrerse para no seguir asfixiando a quienes nada de culpa tienen por los desfalcos y las desviaciones de recursos: los coahuilenses, en este caso. Por cierto, ¿sabían que Rubén Moreira se refiere a su hermano Humberto simplemente como “el ex gobernador”? La fraternidad termina donde comienzan los intereses y ambiciones políticas. Otra de las vergüenzas de una democracia perfectible… que no acaba de nacer.
La burla seguirá mientras existan farsantes, como emilio gamboa patrón, quienes se atreven, con prepotencia inaudita, a exigir respeto a la ciudadanía; olvida el imbécil y pederasta que es la soberanía popular la que impera sobre él y no al revés, en el inútil intento de justificar sus actuaciones rebosantes de desamor a México, de traición sí, para deshonra de él y de todos sus descendientes incluyendo a los gérmenes, digo a sus hijos, que quieren ser candidatos en una interminable fila de nepotistas.
Mirador
La necesaria evaluación de las corporaciones policíacas en el país plantea un dilema grave: la mayoría no son aprobados y no hay forma de sacar agua de las piedras. Para reforzar a la pretenciosa Gendarmería Nacional será necesario acudir a los agentes de siempre –los menos contaminados- con el riesgo de que los separados por no ser “confiables” nutran, como suele suceder, a las mafias de la peor ralea. ¿O no sabrán en las alturas que buena parte de las bandas de secuestradores y demás están integradas por miembros del ejército, incluso en activo, y por policías que se quedaron fuera de las nóminas? Entonces, ¿cómo plantear la real conflictiva a la que nos enfrentamos?
Se sabe, que alrededor de 1996, cuando crecieron las presiones del norte contra el gobierno del simulador ernesto zedillo exigiéndole proceder contra su antecesor carlos salinas, se ordenó conformar un grupo de elite, al que llamaron jocosamente “los Rambos mexicanos”, con capacidad de fuego para contrarrestar a seis miembros del ejército. Nada se supo de ellos después y es más que probable que algunos de los tales sujetos, ejercitados en el Pentágono e Israel –Carlos Slim Helú, por ejemplo, tiene un comando israelí a su servicio-, hayan terminado sirviendo a las grandes mafias organizadas. Por ejemplo, “Los Templarios” en Michoacán entre los cuales se insiste en un discurso supuestamente social para atraer alrededor suyo a los depauperados de la región; esto es, una estrategia que es muy utilizada por quienes invaden o conquistan naciones haciendo creer que son sus redentores. ¿Les suena a algo?
De allí la tremenda complejidad de la puesta en marcha de la peñista Gendarmería Nacional proyectada por el colombiano general Óscar Naranjo Trujillo –un hecho muy delicado porque acaso fue el precedente para algo más que el enfado de los mandos castrenses mexicanos-. Pero algo hay que hacer, sin duda, aunque sea con enormes desafíos de por medio. Quedarse con los brazos cruzados, a la manera de los fox, o con una copa en la mano para aislarse de la realidad, como solía hacer calderón, o dedicarse a jugar al presidente sometido a la agenda sexual al estilo de peña, es mucho peor que intentar actuar para librar a México de la condición de estado fallido de la cual está, por desgracia, en el límite. Y si tal se da, entonces habremos perdido hasta la capacidad para reconstruir una democracia que acabó traicionada, en 2006, por quienes tanto hablaron del cambio y cayeron en lo más bajo del abismo.
Por las Alcobas
Algunos colegas, inquietos por las tantas amenazas, han recurrido a las autoridades –estatales o federales según los casos-, para solicitar medidas preventivas o cautelares. Les fue bastante mal:
–Resulta que los tales custodios fueron más peligrosos que los delincuentes porque daban cuenta de todos nuestros movimientos. Y cuando se quedaban solos nuestros familiares en casa, temblaban de miedo…
El remedio peor que la enfermedad en un país en el que NADIE, en su sano juicio, confía en sus órganos de seguridad. Por aquí debiera empezarse.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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LA CREDIBILIDAD ES FUNDAMENTAL PARA COMBATIR AL ESTADO FALLIDO. LAS REFORMAS Y LOS PROYECTOS SIRVEN PARA INSTITUCIONALIZAR LA PREPOTENCIA Y LA DEMAGOGIA; LOS HECHOS SON LOS QUE RESUELVEN Y RECOMPONEN LA CONFIANZA. EN EL CASO PRESENTE, CADA MES PARECE UN AÑO Y CADA SEMANA UN MES. ASÍ DE RÁPIDO SE DEBE ACTUAR Y ASÍ ESPERA LA CIUDADANÍA QUE SE OBTENGAN RESULTADOS.

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