Washington, 20 oct (PL) Cachorros de Chicago y Dodgers de Los Ángeles buscan hoy tomar ventaja 3-2 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, para colocarse a las puertas del Clásico de Otoño en el béisbol estadounidense.
Chicago llega al importante quinto juego con el escenario a su favor, pese a que tendrá por tercera jornada consecutiva a más de 50 mil fanáticos en contra, en un con seguridad abarrotado Dodger Stadium.
El mejor equipo de la campaña regular en Las Mayores, con récord de 103 ganados y 58 perdidos, venció anoche por paliza 10-2 a los locales y cuenta desde el montículo con el estelar zurdo Jon Lester, de gran actuación durante el año (19-5 y 2.44 de efectividad) y en los playoffs (1-0, 0.64 y 14 entradas lanzadas en dos salidas).
Otra buena noticia para los Cachorros es el despertar ofensivo del inicialista Anthony Rizzo (32 jonrones y 109 impulsadas), quien ayer bateó de 5-3, con un cuadrangular y tres remolques, después de un anémico de 27-2 en los siete partidos previos de la postemporada.
Los Ángeles tiene en la lomita al derecho japonés Kenta Maeda (16-11 y 3.48), decepcionante hasta ahora en los playoffs, 0-1, 9.00 de efectividad y apenas siete entradas en un par aperturas.
El manager de los Dodgers, Dave Roberts, no descartó totalmente a su as, Clayton Kershaw, quien pudiera -de ser necesario- volver a trabajar como relevista, lo cual ya hizo hace unos días, cuando su equipo derrotó a los Nacionales de Washington en el encuentro decisivo de esa Serie Divisional.
Mientras Chicago y Los Ángeles pelean duro por el banderín de la Liga Nacional y el boleto a la Serie Mundial 2016, Indios de Cleveland espera por un rival, el martes en sus predios del Progressive Field, tras superar la víspera a Azulejos de Toronto e imponerse 4-1 en la Serie de Campeonato del nuevo circuito.
Las tres novenas que siguen con vida en las Grandes Ligas llevan bastante tiempo sin alcanzar un título en el Clásico de Otoño.
Dodgers triunfó por última vez en 1988, Indios en 1945 y Cachorros en 1908, esta última la sequía de coronas más prolongada del deporte profesional estadounidense.