Invoca cada noche al ouroboros
y cabalga sobre sus sueños,
danza que el aire envuelve
y vuelve al mismo puerto;
no hay punto de fuga,
tampoco horizonte inalcanzable,
solo aros tornasolados,
divinas ondas que se expanden
y contraen para resguardar el fuego.
y cabalga sobre sus sueños,
danza que el aire envuelve
y vuelve al mismo puerto;
no hay punto de fuga,
tampoco horizonte inalcanzable,
solo aros tornasolados,
divinas ondas que se expanden
y contraen para resguardar el fuego.
Ignora el dragón que es música
lo que cuece su pecho,
ignora que en su descanso
ella respira de su aliento,
ignora que el deseo,
prisionero de un cuerpo,
se contorsiona
en aquel virtuoso círculo
que contiene noche y día
al mismo tiempo.
lo que cuece su pecho,
ignora que en su descanso
ella respira de su aliento,
ignora que el deseo,
prisionero de un cuerpo,
se contorsiona
en aquel virtuoso círculo
que contiene noche y día
al mismo tiempo.
La luna, allá arriba, solitaria, confundida,
despierta al sol y le pregunta:
¿Es posible, allá abajo,
tan perfecta sincronía?
despierta al sol y le pregunta:
¿Es posible, allá abajo,
tan perfecta sincronía?