Por Blas A. Buendía
Para muchos, considerar que algún día este planeta va a desaparecer del mapa sideral, no dejará de ser una remonta realidad que cae en la utopía; o considerar que algún otro día el fin del mundo está por llegar, como dicen los pitonisos, no es más que otra de muchas fantasías. Lo cierto es que cuando una persona pierde la vida, es efectivamente, el fin del mundo para ella. Solamente para ella.
Pero…, ¿qué sentido tiene hacer las actividades cotidianas si el mundo se va acabar? ¿Qué es lo que realmente importa hacer en estos últimos días? Está como de risa loca…
Estos cuestionamientos son expuestos en la nueva producción de la compañía Sensorama, Éxtasis 9:05. Un poema para el fin del mundo, obra de teatro sensorial escrita y dirigida por Demian Lerma y Edzna García, que a través de la conjugación de poéticas y lenguajes sensoriales plantea el encuentro de una pareja en medio de la adversidad y crisis colectiva: la humanidad sabe que en 30 días, justo el 17 de junio a las 23:55, hora central de México, el mundo llegará a su fin.
Las personas en su mayoría dejan de asistir a sus trabajos, las tiendas cierran, los transportes se colapsan, la red se cae, las gasolinas dejan de surtirse e irremediablemente la red eléctrica deja de funcionar…
En medio de este faraónico caos y en la búsqueda de un sentido, esta pareja pasará los últimos 90 minutos en una celebración íntima. Decidirán tomarse un éxtasis y disfrutar de lo poco que queda de vida en una elevación y alteración de consciencia; conociéndose, descubriéndose y reflexionando sobre el sentido de su existencia.
¡El fin del mundo!, un tema recurrentemente abordado innumerables veces en el cine, se aborda esta vez desde el teatro sensorial sinestésico en una exploración al sentido de existencia de la civilización contemporánea humana. En esta obra participan Ana Carrillo, Ángel Luna, Edzná García, Luz Rivera, Tania Galindo, Claudia I. del Rey y Verónica De Alba.
La asesoría corporal y coreográfica es de Tania Galindo y el diseño sonoro de Demian Lerma y Sebastián Sandoval.
Este montaje forma parte de la trilogía que la compañía ha ido preparando con temas relacionados a la muerte desde el proceso del duelo. Recordemos que la primera parte es Cosas que solo de muertos se sabe 2.0, reestrenada en el Primer Festival Internacional de Teatro Sensorial, celebrado en México el pasado mes de mayo.
Demian Lerma comenta que la idea es hacer de Éxtasis una experiencia de dialogo muy participativa entre los artistas y el público, a quienes denominan “sensonautas”, con la finalidad de que retribuyan a la compañía con su reflexión para comprender qué es lo más importante y esencial si hoy si fuera su último día de vida.
El tema de la muerte es un tema muy latente, nos compete a todos, se vuelve una curiosidad. No es una experiencia que de miedo, es muy fuerte y profunda por el hecho de confrontarnos con nuestra estructura emocional y psíquica, ahí radica la experiencia Sensorama, que la han vivido desde chicos de secundaria hasta personas en etapa terminal.
En éxtasis conjugamos lenguajes: hay algunas escenas en silencio visual, donde la gente cierra los ojos por un momento y luego pasamos a escenas que solo se miran, otras solo se escuchan y se sienten, todo va dentro de un mismo dialogo, hay partes donde el público participa con la idea de que su cuerpo se convierte en parte del escenario.
Algo que nos interesa y quedó muy claro durante el proceso de creación es el tema del amor y la pareja. Parte de la propuesta es jugar con distintos elencos, es decir puede ser una pareja heterosexual u homosexual, eso nos permite ver cómo se transforman las relaciones a partir del género y cómo tenemos muchas cosas en común”, concluye el director.
Éxtasis, un poema para el fin del mundo se irá presentando todos los jueves y viernes a las 20:30 horas, a partir desde el 17 de noviembre al 16 de diciembre en Sede Sensorama (San Luis Potosí 199, piso 1, col. Roma). Boletos en taquilla. Cupo limitado.