Isla Mujeres, santuario a diosa Ixchel

Por Mayra Pardillo

México, (PL) Descubierta por los españoles durante una expedición comandada por el conquistador español Francisco Hernández de Córdoba en 1517, Isla Mujeres se ubica en el mar Caribe, muy cerca de la península de Yucatán, al sureste de México.
La isla constituye parte de uno de los 11 municipios del estado de Quintana Roo.
En tiempos prehispánicos estaba consagrada a Ixchel, diosa maya de la Luna, el amor y la fertilidad, la cual recibía ofrendas con formas femeninas que los creyentes depositaban en sus playas.
Al arribar los colonizadores ibéricos y descubrir cientos de figurillas femeninas, la bautizaron como Isla Mujeres, nombre que le vino como anillo al dedo.
Sus aguas tibias y transparentes son el refugio perfecto de delfines y tortugas marinas.
En la punta sur hay vestigios de un templo maya y los arqueólogos reconocen que Isla Mujeres fue un santuario.
También se conoce que las féminas mayas debían peregrinar a la isla como parte de un ritual que significaba el tránsito de niña a mujer y que allí depositaban las citadas esculturas.
De acuerdo con textos consultados, fue hogar de famosos piratas y de tratantes de esclavos, como Fermín Mundaca de Marecheaga.
Isla Mujeres se fundó el 17 de agosto de 1850 con el nombre de Dolores, por lo que siempre se apostó por las féminas, donde se establecieron pescadores, piratas y mayas, formando un asentamiento de apenas 250 personas.
HERMANADA CON CIUDADES ALREDEDOR DEL MUNDO
Está hermanada con otras 13 ciudades alrededor del mundo, de las cuales dos pertenecen a Cuba: Martí (Matanzas, 1998) y La Habana Vieja (La Habana, 1998).
Argentina es el país con más cantidad de ciudades hermanadas, con siete, entre ellas Mar del Plata (2001) y Ciudad de San Juan (2009).
Partido de Lanús, Ciudad de Chascomús, Florencio Varela, Partido de Almirante Brown y Quilmes son otras localidades argentinas con las cuales se hermanó, en todos estos casos en 2009, según indica Wikipedia en español.
Mientras, también estrechó lazos de hermandad con San Petersburgo (Florida), Estados Unidos, en 2012.
Los primeros vestigios de este lugar datan del año 564, cuando era una posición estratégica para los navegantes mayas, los cuales construyeron en el período posclásico un faro al sur de la misma para ayudar a la navegación.
En la región continental del municipio de Isla Mujeres, se alzan las ruinas arqueológicas hoy conocidas con el nombre de El Meco, a causa del apodo de un residente local del siglo XIX.
A principios del siglo XVI, era un santuario dedicado a la diosa Ixchel (deidad del tejido, la felicidad, la Luna, la abundancia y la medicina, entre otras virtudes).
El territorio se convirtió, a mediados del siglo XIX, en centro de una fuerte migración de la población yucateca debido a que la denominada Guerra de las Castas afectaba muchos territorios, menos a este.
Dicho sitio fue declarado por la Secretaría de Turismo como Pueblo Mágico en 2015.
Quienes lo han visitado señalan que solo mide 7,5 kilómetros de largo y puede recorrerse en casi dos horas.
HISTORIA ROMÁNTICA
El español Fermín Mundaca de Marecheaga, conocido pirata y negociante de esclavos, se refugió en la isla.
Mundaca nació en la Villa de Bermeo, de Santa María, de la provincia española de Vizcaya, el 11 de octubre de 1825, pero su llegada a América no está establecida con exactitud, aunque debió ocurrir entre 1840 y 1845.
Hacia finales del siglo XIX, el lugar contaba con una población de 651 habitantes y un área urbana definida.
Aunque la lengua oficial es el español todavía entre ciertos sectores de la población se habla el idioma maya, mientras su mayor fuente de ingresos actual es el turismo y después la pesca.
Aún existen los vestigios de lo que fue una edificación popularmente nombrada «La Hacienda del Pirata Mundaca», que al parecer fue fundada por él bajo el nombre de Hacienda Vista Alegre.
Su construcción data de la segunda mitad del siglo XIX y es atribuida a este español que se radicó en la ínsula en 1858.
Tras permanecer algunos años en Cuba, se trasladó a Isla Mujeres.
Cuenta la leyenda que el pirata se enamoró de una nativa, apodada La Trigueña, pero no fue correspondido, por lo que aseguran enfermó y murió de amor, elemento que pone una pizca más de romanticismo al nombre del cayo.
Este hombre realizó su obra arquitectónica entre 1862 y 1876, según inscripciones en la propia hacienda, la cual dedicó a una mujer: Martiniana Gómez Pantoja.
Creó la hacienda inspirado en esta joven e incluyó en la arquitectura del inmueble arcos, hermosos pozos y jardines, y narran que en su edificación empleó piedras extraídas de las ruinas del Templo de Ixchel, la diosa maya de la Luna.

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