Los presidentes de México y Estados Unidos, Enrique Peña Nieto y Donald Trump, se reunirán el próximo martes 31 de enero en Washington, anunció la Casa Blanca, sin que la Presidencia de la República haya precisado la fecha hasta ahora.
«El presidente Donald Trump habló por teléfono con el presidente Peña Nieto, de México, y hablaron sobre una visita para abordar temas sobre comercio, inmigración y seguridad que ocurrirá el próximo 31 de enero», señaló el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Un dato curioso del mensaje a medios que el vocero de la Casa Blanca dio este sábado 21 de enero es que Spicer confundió el cargo, al decir que Trump había hablado con «el primer ministro Peña Nieto, de México».
El vocero también señaló que la primera ministra británica, Theresa May, será la primera mandataria que sea recibida por el presidente Trump. Esa visita se realizará el próximo jueves 26 de enero.
Horas antes de la conferencia del funcionario estadounidense, la Presidencia de la República informó que el mandatario mexicano felicitó vía telefónica a Donald Trump por asumir la presidencia de Estados Unidos, y «le expresó la voluntad de México de trabajar en una agenda que beneficie a ambos países, con un enfoque de respeto a la soberanía de las dos naciones y responsabilidad compartida».
De acuerdo con un comunicado de Presidencia, en la charla Peña Nieto insistió en la importancia de los lazos bilaterales entre ambos países.
«Expresó su interés de mantener un diálogo abierto con el Gobierno de Estados Unidos, el cual iniciará los próximos días 25 y 26 de enero con la visita de los Secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, y de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, a Washington, D.C., para sostener reuniones de alto nivel con integrantes de la nueva Administración de los Estados Unidos», indicó el gobierno mexicano.
«El objetivo de estas conversaciones de trabajo es generar un marco de acuerdos y certidumbre en diversas materias, incluyendo comercio, migración y seguridad», se lee en otro punto del boletín.
Ambos mandatarios, indica el comunicado, «reiteraron su confianza en que este nuevo diálogo que inicia fructifique en buenos resultados para ambas naciones y acordaron encontrarse en un futuro cercano».
Desde su etapa de candidato, Trump lanzó ataques contra México, acusándolo de robar empleos a los estadounidenses, y de enviar criminales a través de la frontera.
Para controlar la migración ilegal, Trump quiere construir un muro en la frontera, que sea pagado por los mexicanos.
¿La primera mentira de la administración Trump?
El secretario de prensa del presidente Donald Trump declaró que la investidura del mandatario tuvo la mayor audiencia en la historia «tanto en persona como alrededor del mundo».
Sean Spicer insiste que «esta fue la mayor audiencia que jamás haya presenciado una toma de posesión, punto».
Spicer no ofreció evidencia para respaldar su afirmación. Se desconoce el número de personas que vieron la ceremonia en televisión alrededor del mundo. En Estados Unidos, la empresa Nielsen estima que unos 31 millones de televidentes observaron la cobertura en la pantalla chica, pero esa es una cifra menor a la primera investidura de Barack Obama y de Ronald Reagan.
En Washington, la multitud del viernes fue considerablemente menor a la que se presentó a algunas de las investiduras previas.
Spicer citó a los reporteros en la Casa Blanca durante el primer día completo de Trump en el cargo para acusarlos de «reportes falsos deliberados». Denunció que las fotografías de la toma de posesión tuvieron encuadres intencionales para encontrar la manera de minimizar el número de asistentes.
Las imágenes del complejo de monumentos National Mall en la capital del país dejan ver claramente que el número de asistentes no se extendió hasta el Monumento a Washington, como fue el caso durante la toma de posesión de Barack Obama en 2009.