Por Alberto Aranda
(N22).- “Sabiendo las razones tenemos las posibilidades, nada más la posibilidad de construir algo distinto y mejor. Ya se nos han cancelado oportunidades históricas, que no se nos cancele otra porque si no aprendemos del pasado es que somos unos idiotas. El conocimiento, en este caso del pasado remoto, del pasado inmediato es para entender y aprender y modificar las cosas, las conductas que nos llevaron a esta coyuntura tan desagradable”, comentó el historiador Lorenzo Meyer.
La relación que se tiene con los Estados Unidos; la Constitución como proyecto revolucionario; la clase política; las elecciones y los partidos; el petróleo; Tlatlaya; Ayotzinapa y los medios de comunicación, son algunos de los temas que Lorenzo Meyer aborda en su más reciente libro titulado Distopía mexicana. Perspectivas para una nueva transición (Debate, 2017).
“Este libro está construido alrededor de este retorno del PRI al poder. Un retorno para los que a partir del 2012 dirigieron el proceso político mexicano, dijeron, era un nuevo PRI. Con ese retorno del PRI simplemente se agravaron las condiciones pre existentes y el libro es del 2016, ahí es donde lo terminé”.
A partir de la revisión histórica que hace Lorenzo Meyer queda claro cuál es uno de los factores que han determinado la realidad actual: “La corrupción es en parte alimentada por unas instituciones que ya de antemano venían estando corroídas. La corrupción las corroe aún más, entonces se retroalimentan, es un círculo vicioso e infernal. La corrupción es a la vez resultado y causa de la decadencia de las instituciones. En particular toda la estructura de impartición de justicia. Jueces y policías son realmente nuestro gran mal”.
Con este libro, Meyer busca contribuir al debate actual y plantear un escenario previo a las elecciones del 2018.
“Yo diría que estamos, uso el concepto varias veces, en una ‘coyuntura crítica’. En ese momento histórico en que varias de las grandes fuerzas y variables que nos han moldeado de repente cambian, a veces con intensión, a veces por accidente y son forzadas. En nuestro caso una de las fuerzas que nos hace cambiar es Estados Unidos. Es la relación con nuestro vecino que nos la cambiaron de manera abrupta y rápida”.