Washington, 29 ene (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió hoy la orden ejecutiva que prohíbe la entrada de refugiados al país por cuatro meses, en medio de las críticas lanzadas contra su administración por la controversial medida.
«Nuestro país necesita fronteras fuertes y una investigación extrema, AHORA», escribió el mandatario en su cuenta personal de la red social Twitter sobre la directiva que también suspende la entrega de visas durante 90 días a ciudadanos de Siria, Iraq, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
«Mira lo que está sucediendo en toda Europa y, de hecho, el mundo – un desastre horrible», agregó para justificar una decisión que ha sido condenada incluso por miembros de su Partido Republicano.
En medio del caos creado por la directiva en los aeropuertos del país y las protestas registradas en diversas ciudades, CNN informó que el director de política de la Casa Blanca, Stephen Miller, reiteró a funcionarios del Departamento de Estado, Aduanas y Patrulla Fronteriza el compromiso del presidente con la orden ejecutiva.
Según la cadena, Miller expresó a esas entidades que el público apoya la medida y por ello las instó a no distraerse con las «voces histéricas de la televisión».
El medio citó fuentes de acuerdo con las cuales el director de política habló sobre la posibilidad de pedir a los visitantes extranjeros la divulgación de los sitios web y redes sociales que visiten, además de llamarlos a compartir los contactos de sus teléfonos celulares.
Si el visitante extranjero se niega a brindar esa información, se le puede negar la entrada, agregó CNN, aunque precisó que esa idea solo está en un nivel de discusión preliminar.
Pese a que algunos legisladores republicanos apoyaron la medida desde su anuncio, otros mostraron su rechazo o la criticaron parcialmente.
El senador por Arizona Jeff Flake consideró que aunque Trump y su Gobierno tienen razón al preocuparse por la seguridad nacional, es inaceptable que incluso los residentes legales permanentes estén siendo detenidos o rechazados en aeropuertos y puertos de entrada.
Ben Sasse, senador por Nebraska, calificó la disposición de demasiado amplia y argumentó que le hace el juego a organizaciones terroristas que buscan convertir a los musulmanes en contra de Estados Unidos.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, se negó a criticar la orden ejecutiva pero consideró que el Gobierno debe ser muy cuidadoso en su aplicación.
No voy a hacer una crítica general de este esfuerzo, manifestó en una entrevista televisiva, «pero creo importante recordar que muchos musulmanes son nuestras mejores fuentes en la guerra contra el terror».