La máquina cementera descarriló en el azteca
América resurgió en el Clausura 2017 a costa de un Cruz Azul cuya falta de contundencia lo está liquidando en el torneo. Las Águilas supieron aprovechar las opciones que tuvieron para ganar 2-0 y marcar la clara diferencia entre Oribe Peralta y Jorge Benítez.
El delantero del América volvió a ser el verdugo celeste al marcarle a Cruz Azul por quinta vez consecutiva y dejar un saldo de cuatro triunfos y apenas un empate cuando logra convertir en el clásico joven. Además Peralta terminó con una racha de cinco partidos sin anotar pues solo había marcado en la fecha 3 ante Tigres.
También, el hermoso Peralta dejó atrás, con seis tantos en cinco encuentros, la marca de Salvador Cabañas, quien había marcado en cinco juegos consecutivos el mimso número de tantos ante los celestes.
Fue al minuto 29 cuando el delantero mexicano se levantó en el área celeste para rematar de cabeza ante el descuido de Julián Velázquez, quien perdió la marca y ya no pudo recuperarse.
Cruz Azul había sido mejor en la primera media hora de juego, generó oportunidades y fue valiente desde su planteamiento que incluyó hasta cinco jugadores de corte ofensivo, pero de nueva cuenta no la supo meter.
Mena avisó, pero fue el Conejo Benítez el que tuvo las más claras. La primera con un rebote que le dejó pleno el balón dentro del área pero que echó afuera y la segunda, ya cuando perdían en un mano a mano con Marchesín, quien achicó bien y tapó el empate.
Tras el gol, el ánimo y el ímpetu celeste fueron muriendo y cerca se quedó el América de ampliar el marcador con un desvío de Oribe que Jesús Corona atajó con grandes reflejos.
El trabajo arbitral no pudo ser ajeno al partido. César Ramos había hecho un trabajo solvente pero en el complemento dejó de pitar un penal a favor de Cruz Azul por falta de Marchesín sobre Rodríguez.
Lo de Cruz Azul comenzó a rayar en lo psicológico cuando Rafael Baca se llenó de pelota al intentar rematar de volea una pelota dentro del área y después con Cauteruccio que estaba solo en el área azulcrema y en lugar de disparar optó por una segunda jugada que murió sin réditos.
Llegó entonces la expulsión de Roco por doble amarilla y el partido se aclaró para las Águilas que consiguieron el “hermoso” 2-0 por conducto de Oribe, tomar su mano y resurgir en el torneo a costa de un Cruz Azul moribundo.