A TIRO DE PIEDRA: BORGE, POR EL CAMINO DE DUARTE

Por Julian Santiesteban

La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio

Antoine de Saint-Exupéry

Los paralelismos en los destinos de los ex gobernadores de Veracruz y Quintana Roo; Javier Duarte de Ochoa y Roberto Borge Angulo, respectivamente, han ocurrido desde hace por lo menos cinco años, cuando ambos iniciaron sus gestiones depredadoras; por lo que, ahora que la Procuraduría Federal de la República ha incautado 25 propiedades al quintanarroense y le ha iniciado proceso por lavado de dinero, faltará ver si “Roberto, Beto, Betito” no sigue el camino del veracruzano y se da a la fuga.

Es importante recalcar que el embargo realizado por la PGR sobre esas 25 propiedades vendidas a precio de remate, pero con valor de unos cinco mil millones de pesos, según comentan diversas notas informativas locales y nacionales es precautorio, es decir, que si el ex gobernador resultara inocente –por obra y gracia de la “justicia mexicana”- serían regresadas a quienes las adquirieron, pero aun así la nota cimbró la entidad, pues se trata de las primeras medidas que muestran que, al parecer, a Borge Angulo le aplicarán la ley.

Si bien no se debe prejuzgar sobre la culpabilidad de Borge Angulo en el delito de lavado de dinero y operaciones con recursos de procedencia ilícita, la PGR anunció que encontró irregularidades en el proceso de enajenación de los inmuebles; y aunque tampoco son deseables las actuaciones presurosas que deriven en la libertad por procedimientos incorrectos, lo cierto es que las actuaciones de la PGR también son un aviso al ex mandatario y este pudiera decidir poner “pies en polvorosa”, al igual que hizo Javier Duarte en Veracruz, luego de que el 12 de octubre de 2016, a 50 días de cumplir su mandato, solicitara licencia y dos días después huiría en helicóptero de la entidad que gobernó  y no se le ha vuelto a ver.

Y  aunque Borge Angulo, a días de que huyera Duarte de Ochoa –el diez de octubre, para ser exactos-, dijo telefónicamente a este columnista que permanecería en México; y que además no huiría, habrá que ver si efectivamente lo cumple, porque el que fuera su homólogo en Veracruz aseguró también que no huiría, ahora la Interpol lo buscan en 190 países y nomás no lo encuentran.

Así que, como podrá observarse, las declaraciones y discursos de los ex gobernadores  carecen de toda credibilidad –que por cierto la perdieron desde que gobernaban-, y faltará ver si Roberto Borge Angulo se muestra públicamente como lo hizo hace poco más de un mes, cuando medios locales y nacionales publicaron fotografías del ex gobernador, quien acompañado de la ex diputada federal, Gabriela Medrano Galindo, acudió a ver un partido de basquetbol  en Miami.

Ahora bien, es importante puntualizar que las acciones en contra de Roberto, Beto, Betito –como le llama su tío Miguel Borge, también ex gobernador de Quintana Roo, las está realizando una instancia federal, porque las locales van de denuncia en denuncia, pero nada más; pues ni las comparecencias en el Congreso local arrojaron ningún resultado, más allá de evidenciar la “novatez” de los legisladores, a quienes los ex funcionarios que acudieron dijeron lo que quisieron y hasta mintieron sobre su irregular proceder; baste mencionar el caso de la ex titular del Instituto de Patrimonio de la Administración Pública del Estado de Quintana Roo (Ipae), Claudia Romanillos Villanueva, que aseguró no hubo ventas irregulares de predios, pero aun así –con amparo en mano- sigue sin ser tocada “ni con el pétalo de una carpeta de investigación.”

El tiempo de responder por las ilegalidades cometidas al parecer está llegando, esta misma semana deberemos saber si Roberto Borge Angulo decide quedarse en México y no huir como Javier Duarte de Ochoa; pero por lo pronto, bien harían las autoridades federales en vigilar carreteras, puertos y aeropuertos mexicanos, no se vaya a arrepentir el ex mandatario y decida seguir el camino de su amigo el veracruzano. Por cierto, desde noviembre de 2016 diputados federales por Quintana Roo solicitaron a la PGR una alerta migratoria para evitar que el ex gobernador huyera; pero nada se hizo. En una de esas y ya anda por Beirut, y ni cuenta nos hemos dado; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.

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