Hace tres años en la cabecera municipal de Saltillo, las autoridades municipales informaron en el departamento de Perrera Municipal, la captura aproximada de 40 perros, entre cachorros y adultos por semana que eran abandonados en las calles de la ciudad.
En el 2013 esas cifras eran consideradas muy por debajo promedio poblacional, pero por otra parte son justificables por las escasas cuadrillas que tienen en el Ayuntamiento de Saltillo, pues sobrepasa la demanda por tanta irresponsabilidad de los saltillenses al momento de adquirir una mascota predominando los perros y gatos, pero principalmente por los primeros.
Pero este problema no es único en la capital de Coahuila, sino en una nota informativa de un periódico local dan a conocer en este 2017 que de los 38 municipios de la entidad solo 4 cuentan con un Centro de Control Canino, siendo únicamente los municipios de Torreón, Saltillo, Piedras Negras y Monclova los que cuentan con estos centros.
Es imposible para cualquier perrera municipal del Estado, poder tener cobertura en una ciudad donde no existe la cultura de la responsabilidad de los canes, cuando la mayoría son abandonados por diferentes circunstancias, ya sea porque no tienen tiempo para dedicarle al animal, o no tienen la economía para sus vacunas, así como sus alimentos y otras las irresponsabilidades por las cuales somos los mismos ciudadanos quienes provocan la población canina dentro de las colonias y ciudades.
También la falta de cultura de la esterilización de éstos animales domésticos hace imposible el control sanitario por parte de las autoridades que al ver cuando se enciende un foco rojo por la sobrepoblación canina en algún sector queremos que actué siendo imposible por la falta de recursos y personal para solucionar el problema.
No siendo suficiente con la irresponsabilidad de los dueños de esos animales, otro de las problemáticas que se suman a la exagerada población de canes, es el comercio informal existente en la entidad de Coahuila, que es la venta de canes, pero no siendo suficiente también el tráfico de animales en extinción y otras especies.
En el caso particular de Saltillo solamente basta con ver cómo ha proliferado la venta de perros principalmente cachorritos despertando ternura para quienes lo ven, pero eso nada más es el puro gancho para poder ofrecer otras especies muy “sorderamente” como aves exóticas, reptiles, y mamíferos que por obvias razones no las tienen en exhibición en las calles saltillenses, pero solo basta hablarles con discreción y el billete por delante para que les saque la información de su variedad.
Cada día éste negocio es más notorio y fructífero que no hace falta buscarlos en lugares difíciles porque están en las afueras de las plazas departamentales y comerciales, así como avenidas principales.
El problema de la pésima situación económica en el país les deja la carga de responsabilidad a las autoridades estatales o municipales por qué no deja ser ilegal ya que desafortunadamente la venta clandestina de animales y muchos de los perros que utilizan para crianza son robados a particulares.
No dejan de ser animales expuestos al maltrato porque estas personas que lucran de manera clandestina con la vida de especies, los mantienen en condiciones deplorables, espacios reducidos e insalubres, con falta de higiene y lógicamente reproduciendo a las madres varias veces al año sin algún cuidado veterinario descalcificando y parasitando a los pobres animales hasta llegar al punto inservible para botarlo a la calle.
Tener una mascota y peor, quienes se dedican a su venta sin darles la atención que merecen, no son irresponsables, sino inhumanos.
¿Dónde están las autoridades?; que “dizque” protegen y deben de aplicar la Ley de Protección a los Animales, en donde se prohíbe la cría y venta clandestina de animales en la vía pública, en vehículos o lugares no autorizados.
Así como se atacó de raíz el problema de los casinos, y los “table dance” en Coahuila, con el cierre total de ellos, también sería bueno hacer una buena estrategia para acabar con todos esos vendedores clandestinos de animales en donde existe también un crimen organizado acabando con especies casi en extinción, pero la fachada es la venta de cachorritos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org