Londres, 9 mar (PL) El fundador de Wikileaks, Julian Assange, acusó hoy de incompetencia a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, por la filtración de miles de documentos secretos sobre un programa de ciberespionaje.
«Es un acto histórico de incompetencia devastadora, haber creado tal arsenal (de material secreto) y haberlo almacenado todo en un solo sitio», dijo Assange en una conferencia de prensa online desde su refugio en la Embajada ecuatoriana en Londres, Reino Unido.
La víspera, Wikileaks publicó cerca de nueve mil documentos confidenciales sobre herramientas de piratería electrónica desarrolladas por la CIA, capaces de controlar e inhabilitar los dispositivos de los usuarios por todo el mundo.
El creador del portal de filtraciones dijo que su organización compartirá los detalles sobre esas herramientas con empresas de la industria tecnológica para permitirles corregir defectos de programas informáticos. Assange considera urgente crear un antídoto frente esas armas de la CIA.
Wikileaks quiere aumentar el conocimiento sobre esos métodos utilizados por las agencias de Inteligencia para que se cree una «convención de Ginebra digital» que proteja a la población civil de los ciberataques, apuntó el periodista australiano.
La publicación de esos documentos confidenciales forma parte de una serie de siete entregas llamada Vault 7 (Bóveda siete en español), considerada por Wikileaks como la mayor publicación de datos de inteligencia en la historia.
El sitio reveló que la agencia norteamericana es capaz de robar datos de los sistemas operativos de Windows, MacOs, Linux Solaris, entre otros.
La filtración muestra el alcance de la CIA, su arsenal de malware (software dañino) contra una amplia gama de productos de compañías estadounidenses y europeas como iPhone de Apple, los dispositivos a base de Android de Google o las Samsung TV, que se convierten en micrófonos y cámaras encubiertos.
Según la web, la CIA perdió recientemente el control de la mayoría de su arsenal de pirateo, que presuntamente circula sin autorización entre antiguos hackers del gobierno estadounidense, así como entre contratistas privados, uno de los cuales entregó partes de esos archivos al sitio.