«Está claro que le hice penal, no voy a mentir. Pero con una diferencia de 4-0 quejarte de un penal… Hay más cosas para buscar ahí adentro que andar fijándose en una falta»: Mascherano
La Habana (PL).- Las remontadas son tan románticas como los cuentos de hadas y princesas, pero para disfrutar de su épica se necesita mucho más que imaginación y deseos.
En pos de esa quimera partían tres de los cuatro clubes que dirimían esta semana los choques de vuelta correspondientes a octavos de final de la Liga de Campeones del fútbol europeo, tras perder de manera abultada los partidos de ida: Arsenal (Inglaterra), Barcelona (España) y Nápoles (Italia).
Pues bien, solamente el once catalán logró quitarse la pesada losa que les cayó encima casi un mes atrás; los otros dos volvieron a ser goleados.
Precisamente la más increíble era la del plantel español, que arrastraba un 0-4 de la ida ante el París Saint Germain (Francia), un marcador que jamás se había podido remontar.
Con muchas más ganas que fútbol, los blaugranas les pasaron por encima a unos franceses que desde el principio hicieron evidente su nerviosismo y excesivo respeto, al regalarle tres cuartos de cancha a sus rivales.
Parecía que todo terminaba cuando el uruguayo Edinson Cavani anotó para los visitantes, pero entonces el árbitro alemán Deniz Aytekin echó a perder el buen trabajo realizado durante casi todo el encuentro, al no pitar un penal a favor del PSG e inventarse uno para el Barcelona.
No seremos nosotros quienes encenderemos la polémica, aquí están las opiniones de gente autorizada:
«Está claro que le hice penal, no voy a mentir. Pero con una diferencia de 4-0 quejarte de un penal… Hay más cosas para buscar ahí adentro que andar fijándose en una falta», dijo el zaguero Javier Mascherano sobre la falta que le hizo a su compatriota Ángel Di María, cuando estaba solo contra el portero contrario.
«Es un sinsentido que todo se decida por una acción fingida. Siento pena por el fútbol», afirmó el sueco Lars Lagerback, actual seleccionador noruego y guía en la clasificación de Islandia por primera vez para una fase final en la Eurocopa de Francia-2016, sobre la pena máxima pitada al uruguayo Luis Suárez.
Más lejos fue el excolegiado mexicano Felipe Ramos Rizo, analista de la cadena deportiva ESPN, para quien no solo estas dos decisiones fueron erradas, sino también la del otro penal pitado sobre el brasileño Neymar, que se sancionó a instancias del asistente y no del principal.
En definitiva, fue premiada la insistencia y el coraje de un Barcelona aupado a más no poder por una fiel afición, y queda eliminado un PSG que por la manera en la cual jugó no merece ni que le tengan lástima.
De los otros choques, el ataque más despiadado fue el del Bayern Múnich alemán, que saldó con global de escándalo (10-2) su cruce con el Arsenal inglés, gracias a un par de masacres 5-1.
Theo Walcott dio esperanzas a los londinenses al ponerlos delante en casa, pero la expulsión del francés Laurent Koscielny y el posterior tanto de penal de Robert Lewandowski acabaron con cualquier ilusión.
Es justo mencionar que antes de esa jugada, polémica para más señas porque deja a un equipo en inferioridad numérica por una protesta, hubo un claro penal a favor de los ingleses que no fue pitado, lo cual pudo haberle puesto mucha más pimienta al choque.
Quizás no era suficiente para remontar, pero al menos la emoción no faltaría.
De cualquier manera, parece que estamos en presencia de la última temporada en el banquillo de los Gunners para el francés Arsene Wenger, el entrenador al que más paciencia le han tenido en la historia del fútbol mundial, en un club considerado grande pese a no levantar títulos.
Por su parte, el Real Madrid debió venir de atrás nuevamente pero derrotó 3-1 al Nápoles y así avanzó con un global de seis goles por dos.
De negro vestía el técnico Maurizio Sarri porque lo consideraba de suerte, y de negro salió el plantel ibérico, cuyo color tradicional es el blanco, algo que en definitiva fue fatídico para los de Italia. El once madrileño sufrió en demasía durante toda la primera mitad, pero el defensa Sergio Ramos sacó los galones de capitán y con un par de cabezazos tras saques de esquina mató definitivamente a los napolitanos.
El último de estos primeros cuatro clasificados fue Borussia Dortmund (Alemania), para quien era menos complicado revertir el 0-1 firmado en la ida ante el Benfica (Portugal), porque esta vez sus atacantes no perdonaron y vencieron con claridad 4-0.