El equipo de Puerto Rico disputará por segunda ocasión consecutiva la final del Clásico Mundial de Bèisbol, luego de que anoche en dramático partido derrotó por 4 carreras a 3 a Holanda en once entradas.
Eddie Rosario elevó un globo corto de sacrificio al jardín central para remolcar a Carlos Correa con la carrera de la victoria y quien al final de las celebraciones sobre el diamante habló sobre el triunfo ante los holandeses.
“Yo diría que fue un juego emocionante, la verdad que sí poder hacerlo en este juego en el Clásico Mundial, en semifinales, capaz de empatar el juego en la primera entrada y tumbar el momento que tenía el equipo de Holanda de verdad que significó mucho para nosotros y para mi personalmente la verdad que algo muy buen en mi corta carrera”.
Este juego registró una asistencia de casi 25 mil aficionados en el Dodger Stadium.