Cuando la estafa es enorme ya toma un nombre decente
Ramón Pérez de Ayala
La modificación del huso horario en Quintana Roo cumplió dos años sin que ningún beneficio tangible sea reconocido por autoridad alguna, y mientras el Congreso de la Unión formalizó su aprobación este 16 de marzo, el 12 del mismo mes inició el horario de verano en Estados Unidos, con lo cual la entidad mexicana quedó dos horas desfasada, desmintiendo con ello el argumento de que la modificación en el Caribe Mexicano permitiría la homologación con el este norteamericano, pero de eso nadie habla.
En diciembre de 2014 la Cámara de Diputados mexicana aprobó una minuta enviada por el Senado de la República, que reforma la Ley del Sistema de Horario en los Estados Unidos Mexicanos, para ubicar a Quintana Roo en el meridiano 75 al oeste de Greenwich, es decir, una hora adelante respecto del centro del país; con el argumento de tener dos horas más de luz en verano y una más en invierno; además, en la entidad se dijo por parte de la administración de Roberto Borge Angulo que, con esta modificación, la entidad quedaría homologada con los estados del este de Estados Unidos, lo que permitiría una mayor llegada de vuelos internacionales. Nada más falso.
En el primer año, para febrero de 2015, la modificación duró sólo 43 días, pues los horarios en Estados Unidos están siempre en modificación, el horario de verano inicia siempre el segundo domingo de marzo y el de invierno el primer domingo de noviembre; de manera tal que la homologación aducida no existe; ahora mismo, que el horario de verano ha iniciado desde el 12 de marzo, Quintana Roo está desfasado dos horas –menos por cierto- que todas las entidades del este estadunidense; y así como no hay homologación, tampoco hay beneficios para la población en general.
Entre las versiones no oficiales, estuvo la que señalaba que la presión fue de los empresarios hoteleros, pues al tener más “horas luz” se mantiene a los turistas más tiempo fuera de las habitaciones, lo cual disminuiría sensiblemente la energía consumida en los más de 80 mil cuartos de hotel que hay en la entidad, no así para más de un millón de habitantes, que tienen que levantarse prácticamente de madrugada; en este último sector poblacional el consumo se ha elevado, pero ese tema a ningún partido político interesa –a menos que haya proceso electoral-, “los señores del dinero” son los que mandan.
El gobernador Carlos Joaquín González señaló que revisaría con la Secretaría de Energía los beneficios de la modificación del horario, pero hasta ahora no ha habido noticia alguna; mientras ello ocurre, este 16 de marzo la Cámara de Senadores regresó a la de Diputados el dictamen que adiciona el párrafo IV al decreto que establece el horario estacional en México; con ello quedó finalmente establecido un cambio del que no se conocen los beneficios; pero sí los perjuicios, por lo menos para los que habitan Quintana Roo; cosas de la democracia nacional, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.