Londres, 30 mar (PL) La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) conocida como Brexit, podría afectar el mercado laboral de este país de acuerdo con economistas y encuestas.
Algunos productores consultados por los medios muestran hoy preocupación por el destino final de determinados puestos de trabajo que dependen de la libre movilidad de las personas entre los países de la UE, algo que dejará de facilitarse en estas islas.
Por ejemplo, el productor de lechugas británico Nick Ottewell, señaló que sin los inmigrantes europeos no podría funcionar su negocio.
Esta opinión se repite en hospitales, restaurantes y el sector de la construcción que necesitan brazos de afuera para mantenerse, comentan a la prensa economistas.
Con uno de los desempleos más bajos de la Unión Europea, inferior al cinco por ciento, la libre circulación de trabajadores europeos resultó beneficio para la economía británica en los más recientes años.
A esos puestos laborales concurren miles de españoles, italianos, griegos o polacos, que necesitan trabajo o mejores salarios.
El gobierno de Theresa May, que el miércoles inició el proceso de ruptura con la UE, pronunció mensajes tranquilizadores, pero los entendidos consideran que con el Brexit terminan muchas posibilidades laborales.
En esa cuerda, un enfermero español de nombre Joan Pons, señala que nunca antes le hicieron sentir no ser británico, y ahora es consciente de ese cambio.
Precisamente, Pons es una de las caras más identificables de la organización The 3 million (europeos residentes en el Reino Unido) y trabaja en un hospital de Norfolk, en el este de Inglaterra.
Esa entidad lucha por la conservación de los derechos laborales de sus miembros, y advierte que con 24 mil plazas de enfermería vacantes, los hospitales británicos están al límite, y el Brexit podría complicar todavía más su funcionamiento.
La cantidad de nuevos enfermeros europeos llegados al NHS (National Health Service, servicio de sanidad pública) decreció 90 por ciento desde el referéndum del 23 de junio, según datos del Consejo británico de enfermeras y comadronas (NMC).
Para la directora del NMC, Jackie Smith, se trata del primer signo de un cambio tras el referéndum sobre la UE.
Más del cinco por ciento de los 1,2 millones de empleados de la sanidad pública británica, alrededor de 60 mil personas, son de la UE, siempre según datos de NHS Digital.
Un sondeo del programa Dispatches, de la televisión Canal 4, indica que el 42 por ciento de los europeos del NHS está considerando irse, el 70 por ciento cree que el país es menos atractivo por el Brexit, y el 66 por ciento teme por el futuro de sus carreras.
Sin embargo, una de las áreas más necesitadas de mano de obra del resto de los países europeos fue concurrente en la votación para salir de la UE.
Ello lo apreciaron los analistas en la gente de Maidstone, zona rural del sudeste de las islas, que votó a favor del Brexit pese a que sus granjeros no podrían vivir sin esos trabajadores europeos. Ejemplos como estos complican el futuro inmediato del mercado laboral.