Londres, 9 abr (PL) Informes ponen una nota de preocupación en el vínculo entre el comercio y la tecnología, al subrayarse el peso específico de las empresas profesionales hackers que desarrollan hoy un mundo subterráneo de robo de información.
Algunos complejos mensajes dan cuenta de que una persona o entidad es víctima de un atraco tecnológico, como un email que señala que si no pagas dos Bitcoin (unos dos mil dólares) no podrás recuperar archivos cifrados en tu computadora.
Ese envió significa un ataque troyano que se descubrió oportunamente, conocido como CryptoLocker, programa malicioso que secuestra parte de la información de tu máquina y solicita un rescate en dinero.
Por esa vía, los hackers ganan miles de dólares combatiendo el hackeo, pues la persona descubre que aparece un reloj que indica el tiempo para la transacción y caso contrario la clave se destruirá.
Como es de suponer, este tipo de agresión afecta a muchas compañías legales, cuando detrás del ataque existen compañías ilegales.
El CryptoLocker es apenas una de las amenazas más recientes. Pero hackear computadoras es en la actualidad un negocio lucrativo profesionalizado.
Ataques como el robo de identidad y datos de tarjetas de crédito constituyen en la actualidad dos tipos de ataques clásicos, y entonces llegan empresas que te defienden de tales invasiones.
El presidente de Security Brokers, Raoul Chiesa, explica tales pormenores, pues su compañía se encarga de investigación de seguridad en Internet, en el Reino Unido.
Comenta que algunos especialistas estiman en varias decenas el número de compañías de hacking organizado que operan en el mundo y sus actividades mueven millones de dólares.
Aclara que quienes las operan se sienten invencibles y no le tienen miedo a nada.
Por su parte, el gerente de seguridad de la empresa informática Symantec, Stephen Doherty, señala que las dimensiones y el incremento en la cantidad de ataques los transforma en más visibles, pues la tecnología se perfeccionó y quienes se dedican a estas actividades se organizaron.
Agrega que se detectaron transferencias de un millón de dólares a través de cuentas bancarias de varios intermediarios. Y ese monto se multiplica porque los criminales pueden vender la información que obtienen muchas veces.
Por tanto, es difícil calcular propiamente el dinero que generan estas actividades por tratarse de un verdadero mundo secreto o una mafia tecnológica.
Añaden esas fuentes británicas que se trata de criminales codiciosos que podrían generar una facturación de 12 mil millones de dólares a 15 mil millones, una economía subterránea.
El gerente de la organización especializada en investigaciones acerca de seguridad en internet (Outreach), Steve Santorelli, señala que conoce el caso de un grupo que obtuvo dos millones de dólares gracias a un código maligno llamado Zeus que se utilizó para robar dinero de bancos.
Mientras para las víctimas y las instituciones financieras afectadas el costo supera con creces esa cantidad y descubrirlos es todo un complejo sistema.
Las fuentes agregan que el manejo de un ataque requiere que la compañía víctima realice investigaciones criminalísticas digitales, organice una nueva configuración de las claves y rediseñe la infraestructura de la red de la compañía, como mínimo, y todo ello, de por sí, es también costoso.
Esas compañías hackers o mafiosas,operan desde cualquier parte del mundo y el `planeta se hace muy pequeño a partir de la tecnología moderna.
Por tanto encontrarlos, develarlos por parte de las autoridades se trata ahora de una verdadera proeza policíaca o casi una acción reseñada en los filmes de ciencia ficción.