El tema de la seguridad siempre ha sido algo de que hablar, sin embargo, con forme pasa el tiempo ésta ha adquirido cada aún más importancia dentro de la agenda de los políticos y mucho más en la sociedad.
Hay quienes consideran que un fraccionamiento bardeado, también conocido como colonias cerradas, son los lugares más seguros para vivir. Pero sobre todo en la actualidad es la creencia que se tiene o al menos esa es la percepción.
En tema de la inseguridad es pan nuestro de cada día para todos los mexicanos, pero sobre todo indica que al norte del país los indicadores son más que en otras zonas de México.
Es por esta razón que la demanda de este tipo de fraccionamientos bardeados y protegidas con picos puas perimetrales metálicos o cercas electrificadas, tienen cada vez más demanda entre los compradores de bienes raíces.
Cada vez son mayores los proyectos que hacen muchas constructoras bajo este nuevo concepto para brindar la percepción de seguridad a quienes habitan en estos fraccionamientos, bajo un esquema de seguridad total. Pero si a eso se le agrega la instalación de cámaras de vigilancia en su entrada, realmente da una sensación de un aislamiento total de todos los problemas de inseguridad, desde delitos comunes como el robo habitacional hasta los secuestros.
Sin embargo, los investigadores antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, piensan todo lo contrario porque consideran que son los lugares predilectos del crimen organizado para poder hacer las famosas “casas de seguridad”; así se les conocen a los centros de operación de los criminales y hasta los lugares favoritos en donde tienen encerrados a sus víctimas, es decir, a los secuestrados.
Este grupo élite de seguridad coahuilense, son gente preparada en la materia que cuentan con estudios de licenciatura, es decir, no se trata de gente hecha al vapor o de un grupo de personas improvisadas, sino son realmente profesionistas, quedando en el pasado el viejo esquema como estaba conformado el personal especializado para los antisecuestros y extorsión.
Aunque esta nueva élite de seguridad es un pequeño grupo de profesionistas comparado para la demanda de la población de cada uno de los municipios, realmente sobrepasan el resultado de sus investigaciones comparado a la demanda requerida, empero, para cada caso de denuncia tienen muy bien elaborado su logística a seguir.
La principal causa por la cual estos grupos de policía de elite que consideran los fraccionamientos que cuentan con perímetros bien limitados con barda como lugares más inseguros, es porque contrario a lo que la gente piensa es porque para comenzar cuando el personal de vigilancia de la colonia no pertenece a la sociedad de colonos, sino de la inmobiliaria, o contratado por una empresa privada “patito”, no se tiene realmente establecido una confiabilidad en cuanto a las medidas y procedimientos de seguridad a diferencia a cuando son contratados por empresas dedicadas a la vigilancia con su papelería en orden y con las constancias de las diferentes instituciones de gobierno de seguridad.
La mayor parte de las colonias cerradas cuentan con simples porteros contratados como veladores carentes de todo conocimiento o preparación sobre contingencia de seguridad.
Se ha dado el caso que muchas de estas personas que trabajan en casetas de vigilancia de colonias privadas ni siquiera saben leer y escribir.
La falta de preparación de éstas mismas personas que trabajan en fraccionamientos privados, no cuentan con el criterio para saber a quién dejar entrar, y muchas de las veces no les permiten la entrada a las patrullas policíacas para hacer sus rondines, sin embargo, hay que reconocer que muchos de estos policías que están obligados a entrar no lo hacen por pereza porque en realidad no existe ningún impedimento legal de que no puedan entrar, sino se justifican con ese argumento tan tonto de que se tratan de colonias privadas.
Pero solo como comentario, todas esas “colonias privadas”, están obligadas y hacen sus respectivos pagos de predial, impuestos, servicio de alumbrado, parques y jardines, recolecto de basura, por ende y sentido común es que también el servicio de seguridad pública, por derecho ciudadano, sin embargo, la pereza e irresponsabilidad de las patrullas de zona de cada una de las colonias, no lo hacen.
Es falsa la seguridad que se “vende” a los compradores de vivienda porque no tienen ni el mínimo personal y, además, carecen de toda capacidad, preparación y entrenamiento para realmente dar seguridad a las familias de esos fraccionamientos en donde se engaña al comprador asegurando que cuentan con seguridad por todo lo hacen con el único objetivo que es la de vender, y es bien sabido que estas personas considerados como “vigilantes” solo se limitan sus funciones en abrir y cerrar puertas de las colonias o fraccionamientos cerrados. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) wwww.intersip.org