Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- “La UNAM y los desafíos de la Nación”, fue el nombre del foro que reunió a académicos e investigadores para reflexionar sobre los retos que enfrenta México en relación con la ciencia, tecnología e innovación.
“La idea de estos foros es tener reflexiones no únicamente de universitarios sino de expertos de todo el país que puedan ayudarnos a visualizar cuáles serán los retos del futuro en todos y cada uno de los temas que se están haciendo de los foros. Como por ejemplo, el de Inteligencia Artificial, los nuevos materiales, nanotecnología, la biotecnología, entre otros. Hay muchísimos temas sobre la mesa que son áreas de oportunidad para México para el futuro”, comentó José Franco, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
“El principal problema es que la Academia necesita de dinero para su desarrollo; el siguiente problema es que muchas investigaciones están mal diseñadas y no tienen las metas claras entonces es un dinero que no termina en resultados importantes; otro problema es la producción de resultados. Como estamos preocupados por publicar cosas nuevas que, muchas veces, no revisamos bien”, añadió Julia Tagüeña, directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Que la ciencia se comunique con la sociedad, y que México participe en los grandes proyectos internacionales como en El Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande del Mundo y se sume a la producción de energías renovables, son parte de las prioridades a resolver que la doctora Julia Tagüeña resaltó en este foro.
“Las energías renovables van a ser, sin duda, el futuro de la humanidad y de hecho han ido más rápido que las expectativas económicas. En ese sentido es muy importante que México entre en esa tecnología de las celdas solares, tenemos todo para hacerlo, tenemos la preparación.”
Por su parte el Doctor César Domínguez, director General de Divulgación de la Ciencia UNAM habló sobre la necesidad de crear lazos entre científicos y empresarios.
“La importancia de las incubadoras al fin ya al cabo es el entendimiento claro de que un científico por sí solo seguramente arruinaría su tecnología tratando de hacer una compañía, porque no entiende de negocios y el tipo de negocios no entiende necesariamente todo lo que es la tecnología, sí que se necesita que estas dos entidades trabajen juntas para que haya posibilidades de éxito”, concluyó Domínguez.