La Habana, 3 jun (PL) Después de siete años de investigación, la fiscalía sueca retiró los cargos por presunta violación contra Julian Assange, fundador del sitio digital Wikileaks, pero este continúa atrapado en un laberinto legal que le impide abandonar la embajada de Ecuador en Londres.
Assange, de 45 años, se encuentra refugiado en esa sede diplomática desde 2012 para evitar su extradición a Suecia, donde se le acusaba por tener relaciones sexuales desprotegidas con una joven mientras dormía. Pero la justicia del país nórdico cerró la investigación recientemente.
«No parece proporcional mantener la decisión de arresto contra el periodista australiano ni la orden internacional, debido a que todas las posibilidades de hacer avanzar la investigación están agotadas», indicó la fiscal sueca Marianne Ny, encargada del proceso.
La Policía británica sostuvo a través de un comunicado que arrestará al ciberactivista si sale de la legación suramericana por el cargo de «no comparecer ante la justicia», y recordó que el Tribunal de Westminster emitió orden de captura contra Assange después que este no se presentara ante el mismo el 29 de junio de 2012.
En ese sentido, la primera ministra británica, Theresa May, afirmó que cualquier decisión que se tome sobre la acción de Reino Unido en relación con Assange, si este abandona la legación ecuatoriana, sería un asunto operativo de la Policía.
El programador informático teme que esto no sea más que una maniobra para detenerlo con el fin de extraditarlo a Estados Unidos, donde sería juzgado por difundir información confidencial sobre la seguridad nacional norteamericana y podría recibir cadena perpetua o muerte.
El gobierno ecuatoriano, por su parte, pidió a Reino Unido que se le otorgue a Assange un salvoconducto que le permita viajar al país suramericano.
«Recientes comentarios del Fiscal General de los Estados Unidos, Jeff Sessions, y del director de la Agencia Central de Inteligencia, Mike Pompeo, demuestran la obvia necesidad de asilo de Assange», dijo Barry J. Pollack, abogado representante del periodista australiano en ese país.
El pasado 27 de abril, Sessions dijo que la detención del fundador de Wikileaks es ahora una «prioridad» para su país, mientras que Pompeo indicó que ese sitio digital debe considerarse un «servicio de inteligencia hostil».
Durante una alocución desde el balcón de la embajada de Ecuador en Londres, Assange afirmó que por el momento permanecerá dentro del recinto, aunque buscará el diálogo con funcionarios británicos y estadounidenses para avanzar en el proceso.
«El camino está lejos de terminar (…), la guerra apenas está comenzando», aseguró.
Assange continúa atrapado en laberinto legal
Por Yanet Llanes Alemán