Por Guillermo Robles Ramírez
Uno de los muchos temas polémicos en las Europas es sin duda las infracciones a conductores por medio del uso de la tecnología, es decir, las fotos multas.
Esta medida de hacer respetar a los conductores el reglamento vial siempre ha sido cuestionado sobre su legalidad no solo en las Europas sino ahora también aquí en nuestro país.
Todo indica que por donde quiera que le busquen las autoridades para poder aplicar el uso de la foto multa, existe un hueco o un vacío legal al cual quieren hacer cumplir de manera forzada en donde lamentablemente al pretender introducir la tecnología para aplicar una infracción se pisan los derechos de los ciudadanos, sin importar si se trata de un derecho civil, o hasta constitucionalmente.
No se trata de algo inventado, simplemente en este año en la ciudad de México un juez federal considero que el Reglamento de Tránsito, está violando la garantía de audiencia y defensa en el artículo 14 constitucional, en donde incurren la inconstitucionalidad desde el momento en que las personas son privadas de la oportunidad de defenderse previamente a cualquier tipo de acto privativo de la vida, libertad, propiedad patrimonial, posesiones o derechos.
Esta violación ciudadana es solo uno de los muchos otros derechos constitucionales en donde las autoridades sin pensar están por encima de la Constitución Mexicana o de igualmente los Códigos Civiles e igual manera sobre los Derecho Humanos.
Las autoridades saben que están mal pero también saben que, ante un resolutivo de juez, las leyes no se cambian para corregirlo, sino el ciudadano tiene que hacerse acreedor a ese derecho peleando por la misma vía garantizando sus garantías, siendo esto una incongruencia sobre la autoridad escupiendo hacia arriba, cuando debería de hacer cumplir primeramente nuestra Carta Magna.
No se puede negar que existe un problema vial en la cual los conductores no respetan el Reglamento de Tránsito, y ni tampoco se está en contra del uso de la tecnología o “modernidad”, siempre y cuando éste no pise los derechos de cualquier mexicano, pero lo que sí es real es que el aceptar las fotos multas es tanto como tirar la toalla.
El uso de las cámaras con propósitos para hacer respetar una norma de tránsito, es como darse por vencido y a la vez cae dentro de una incongruencia sobre los conceptos de ahorro y destino de los dineros públicos.
El uso de las foto multas, es solo un indicador innegable sobre la carencia de agentes de tránsito. Es también la competitividad de las mismas autoridades para solucionar un problema de tránsito, y no solo de eso sino el respeto a las mismas instituciones.
El contratar una empresa particular en donde para comenzar en esa negociación entre autoridades municipales o estatales y un negocio de la Iniciativa Privada obtiene sin consentimiento ciudadano para hacer uso de tus datos particulares, ya se cometió la primera falta a la Ley General de Protección de Datos Personales.
En lugar de invertir o destinar dinero a terceros porque no usar ese dinero para comprar vehículos de cuatro o dos ruedas para uso exclusivo de tránsito y lo más importante es que la misma autoridad se convierta en un generador de empleos con la contratación de más personal de tránsito, pero en verdad trabajen con presencia física en aquellas zonas en donde se generan conflictos viales, o bien en los boulevares y avenidas principales en donde los conductores no respetan los límites de velocidad.
Lo que hace falta en México no es la sistematización o automatización de los procesos, así como la sustitución de los recursos humanos, es decir, el hombre por equipos computarizados, sino lo que hace falta en nuestro país es ser detonador de empleo y no lo contario. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org