Por Karen Rivera
“Estamos hechos de materia estelar y somos el medio para que el cosmos se conozca a sí mismo”, esta frase dicha por el astrofísico estadounidense Carl Sagan, en 1973, es quizá la más conocida sobre la idea poética de que los seres humanos somos “polvo de estrellas”. Desde hace décadas los científicos se han encargado de confirmar la teoría. Y si aún no lo cree, basta con que coma una manzana, este fruto contiene minerales como el calcio, el potasio y el fósforo, y los adquirió en un árbol cultivado en la tierra, mismo que necesitó de agua, luz y aire para crecer, todos ellos elementos provenientes del Universo.
El doctor del Instituto de Neurobiología de la UNAM, Carlos Valverde, nos habló al respecto: “todo el material que nos rodea […] los ladrillos, el fierro de las columnas, los árboles, tú, yo, etcétera, estamos constituidos por átomos, elementos que a su vez se formaron en las estrellas […] Entonces esos elementos químicos se forman en las entrañas de las estrellas y, sobre todo, de las estrellas grandotototas, las supernovas, las que estallan y tienen una eyección de átomos de muy diversas naturaleza…”.
Las supernovas es la forma en que se mueren las estrellas, que son aproximadamente cien veces más grandes que el Sol, se trata de una explosión que libera en el espacio parte del material que la compone, “en esa autodestrucción, en esa muerte, generan todos los demás elementos, toda la demás energía es a la que te refieres tú que capturamos a través del agua, del aire y de la tierra […] En el Universo los más abundantes, y en nosotros, son CHON (Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno), así los aprendimos casi todos en la escuela, esos son el noventa y tantos por ciento en el universo, y en nosotros y el resto, son pequeñeces.”
El Yodo es un elemento que, aunque se encuentra en menor cantidad en el espacio, es fundamental para el desarrollo del cuerpo del ser humano, así lo asegura el doctor Valverde, experto en este material químico, “es parte constitutiva de las hormonas que sintetizan la glándula que se llama tiroides, y todos los animales tienen tiroides, pero además también los vegetales, los organismos vivos usan el yodo. Y sin yodo y sin hormonas tiroideas no hay desarrollo normal del sistema nervioso”. Así que recuerde, si se observa en un espejo o si toca a una persona, puede ser que vea y acaricie el cosmos.