José Saramago afirmó que “la memoria es el dramaturgo que todos tenemos dentro, pone en escena e inventa un disfraz para cada ser vinculado con nosotros, la distancia entre lo que fue una persona y lo que se recuerda de ella es literatura”, estas ideas sobre el arte escénico han sido reunidas por editorial Alfaguara.
“Qué podemos esperar de Saramago como dramaturgo sin haber leído ni una palabra de este volumen, qué esperaríamos. Que hable de la condición humana; que hable de Dios, que en su imaginario no existe, ni en su inteligencia ni en sus proyectos; que hable de los conflictos políticos, del conflicto del corazón humano consigo mismo; de la injusticia; de la gente con dinero que piensa que es todo y termina haciendo todo por dinero, todo eso está aquí”, comentó Ramón Córdoba, editor.
Saramago llegó al teatro por encargo en Qué harás con este libro: Teatro completo. En la publicación se ve el humor y gran conocimiento que tenía de la literatura.
“El teatro de Saramago no es como su prosa. Yo hubiera esperado que lo fuera en una medida, por un lado, lo es por las temáticas que aborda, sin embargo, pongamos el caso de la primera obra titulada ‘La noche’ donde Saramago se basa en su experiencia como periodista. Vamos a ver en escena la redacción de un periódico, ninguna otra cosa, no se traslada, no es telón y estamos en otro lugar, entran y sale gente. No nos hubiéramos imaginado tanto movimiento, tantos personajes, tanta entrada y salida, diálogos vivaces, toma y daca, porque no es lo que habíamos leído de Saramago, y en ese sentido es un deleitoso descubrimiento saber que los poderes de su prosa están aquí”.
El volumen contiene cuatro obras y un pequeño texto titulado “Teatro todos los días”, el cual es completamente aventurado en la estructura dramática.
“Yo creo que hay técnicas, no soy experto en esto, pero se las he visto a gente tan disímbola como Samuel Beckett y Federico García Lorca y creo que ahí acusa de recibo, quién sabe a cuáles leyó, pero acusa de recibo a una influencia plenamente de vanguardia en el teatro”.
Por Alberto Aranda / N22