Giovanni Piacentini, compositor y músico, comenzó su carrera musical desde una etapa muy temprana. Nacido en la CDMX, el pequeño Giovanni sintió curiosidad por la guitarra cuando tenía nueve años de edad, posteriormente se graduó con honores de la Universidad Berkeley de música, con Maestría en Composición por la Escuela de Música de Manhattan. Ahora, el artista está en su país con motivo de la presentación de su disco Chiaroscuro.
Su formación musical comenzó desde la infancia por influencia de sus padres ─aunque ninguno de ellos se dedica a la música─ con música de distintos géneros, lo que motivó su gusto por la experimentación sonora, “mi padre era italiano, el oía mucha música italiana, Bel canto, la sala de mi casa está llena de discos de música italiana. A mi madre le gustaba mucho la música brasileña, escuchaba mucho bossa nova, Joan Baez, por ejemplo. Recuerdo también que teníamos un disco de la Big Band, de Claude Bolling, que no sé si todavía exista, es una Big Band de jazz; sin embargo, tocaba música de Bach y siempre me llamó mucho la atención ese tipo de combinación, se me hacía muy extraña pero me gustaba y creo que eso se me quedó un poquito”
Posteriormente tuvo su encuentro con la guitarra clásica, instrumento que poco a poco se volvió parte de su día a día: “la guitarra clásica me eligió a mí, no al revés y después me comencé a obsesionar con el repertorio de la guitarra clásica con compositores como Fernando Soto, Carulli, el mismo Paganini que escribió mucho para guitarra, pero no mucha gente lo sabe; Villalobos, obviamente, y un compositor que me llama mucho la atención hasta la fecha es Leo Bravo”.
En sus inicios como compositor influyeron artistas como Ligeti, Xenakis, Varése y, sobre todo, Toru Takemitsu, compositor japonés que hasta la fecha considera como uno de sus mayores influencias. Piacentini es también un gran admirador del rock, “soy un aficionado del rock de toda la vida. Toco guitarra eléctrica, he tenido bandas de blues, me encanta el blues antiguo. Una banda que me gusta mucho es Tool todo lo que hace Maynard Keenan me parece muy interesante”
Su desarrollo como compositor tuvo que ver con el encuentro con Eliot Fisk, a quien le debe el pleno entendimiento de la figura del concertista de guitarra.
“Después de ver el estilo de vida de Eliot, me desilusione un poco y decidí que ese no era el estilo de vida que yo quería, a partir de ahí decidí dedicarme a la composición y no interpretar música de otras personas. Eso puede marcar una separación como intérprete de guitarra clásica; sin embargo, cuando compongo música para otros instrumentos al final del día encuentro un consuelo con la guitarra clásica, es como si estuviera en casa”.
El eje sonoro del disco parte de la influencia de la pintura a partir de la labor artística de su madre. La técnica del claroscuro, que da título al disco, es una analogía directa a la pintura, texturas, el juego de luces y sombras. Además, los movimientos que conforman “miniaturas” están inspiradas en la obra de Odilon Redon.
“Me puse el reto de traducir esta técnica al mundo sonoro. Ese es el común denominador de todas las piezas en este disco. Más adelante conocí la obra de un pintor simbolista francés llamado Odilon Redon y a raíz de sus obras me inspiré para componer la segunda parte del disco que son las miniaturas, es una pieza en siete movimientos y cada movimiento está dedicado a una obra de Redon”.
Chiaroscuro comparte ambas facetas del artista: la primera parte está dedicada a la interpretación como solista, haciendo lucir el instrumento; la segunda, está dedicada a la composición, la experimentación sonora y el sonido como conjunto instrumental.
“Este disco, Chiaroscuro, es precisamente para llevar el sonido de la guitarra al público sin necesariamente ponerles el obstáculo del intérprete, la virtuosidad. Quiero que la gente se enamore otra vez del sonido puro de la guitarra”.
“La primera parte del disco es una suite en cinco movimientos para guitarra sola, es un experimento sonoro donde llevo el sonido puro de la guitarra clásica pero lo manipulo también con elementos electrónicos sutiles, entonces, le añado un poco de reverberación, un poco de delay, un poco de eco al sonido puro de la caja de resonancia y así expando el rango dinámico del instrumento, siempre respetando el sonido del instrumento. Es un retrato de la guitarra clásica bajo una nueva luz, me refiero a una nueva luz porque el sonido de la guitarra clásica está un poco estancado, es un poco insular.”
El disco también incluye una pieza para violín comisionada por Tim Fain, acompañada por arpa, clarinete bajo y vibráfono, adempas de miniaturas en las que se incluye violín, viola y percusión con campanas tubulares, como precisó Piacentini.
Chiaroscuro, de Giovanni Piacentini, se presentará hoy 29 de junio en Departamento, ubicado en la Colonia Roma, Álvaro Obregón 154. El disco se puede adquirir de forma digital en Itunes y Amazon, además, se encuentra disponible a través de la plataforma Spotify.
N22/Fernando Salinas