A tiro de piedra: MORENA, la batalla campal

Por Julian Santiesteban

El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros

Ambrose Bierce

La visita de Andrés Manuel López Obrador a Quintana Roo dejó en claro que la disputa por las candidaturas de Morena será una verdadera batalla campal, pues son tan disímiles los grupos políticos que se han unido a ese proyecto político, que lo que menos habrá es concordia, con rumbo al proceso electoral 2018.

A Morena pudiera ocurrirle lo mismo que ocurre al interior del grupo gobernante en Quintana Roo, que son tantas las expresiones políticas, que claramente se observa que cada cual trabaja para su proyecto personal, pero pocos o nadie se ocupa del objetivo superior que es darle rumbo al proyecto general.

Ex priístas, perredistas, panistas, de Movimiento Ciudadano, la dirigencia del Partido del Trabajo y muchos auto llamados independientes componen hoy el grupo cupular que Morena enfila rumbo a las elecciones del 01 de julio de 2018 y aunque todos los que estuvieron en el escenario con López Obrador actuaron civilidad, el verdadero ambiente de confrontación se mostró en el público asistente, pues los aplausos para unos y rechiflas para otros muestran desde ahora los jaloneos que habrá para el acomodo en las candidaturas.

Para 2018 estarán en disputa más de un centenar de cargos públicos que se componen de cuatro diputaciones federales, tres senadurías, once presidencias municipales y un promedio de diez regidurías en cada cabildo, lo cual en apariencia alcanza para todas las expresiones políticas sumadas a Morena, el problema reside es que hay “mucho general y poca tropa” y la disputa se encuentra en encabezar cada una de las fórmulas, por ejemplo, para la alcaldía de Benito Juárez hay por lo menos cuatro aspirantes, lo mismo ocurre con Othón P. Blanco y Bacalar.

Eduardo Ovando Martínez, ex priísta y una de las “adquisiciones” más fuertes de Morena, parecía ir en caballo de hacienda rumbo a la candidatura de Benito Juárez, pero ahora enfrentará la competencia con la aun senadora Luz María Beristain y Antonio Cervera León, quienes firmaron también el llamado Acuerdo de Unidad para la Prosperidad y el Renacimiento de México, y ese escenario se repite en municipios como el capitalino, donde Efraín Taleno Canul, también ovandista, disputará ahora la candidatura con el empresario Luis Protonotario Sabido y el ex priísta Manuel Aguilar Ortega. ¿Será la aclamación popular o habrá mediciones reales para asignar los espacios? Si es lo primero, deberán cuidar los ataques entre unos y otros.

La “guerra sucia” ya comenzó, los grupos de Morena se atacan entre ellos acusándose incluso de delitos cometidos en el pasado, todo con el fin de hacerse del control del partido en los municipios y por ende de las candidaturas; y aunque cabe decir que esa dinámica existe en todos los partidos, la llegada de López Obrador al sureste mexicano representa formalmente el inicio de la carrera interna, habrá que ver quién aguanta hasta el final; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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