Moscú, 1 ago (PL) El personal diplomático de Estados Unidos comenzó hoy a retirar equipamiento de una de sus propiedades en esta capital, en cumplimiento de las medidas del gobierno ruso en respuesta a las nuevas sanciones aprobadas por Washington.
El primer ministro Vladimir Putin ordenó el pasado domingo la reducción antes del 1 de septiembre de 755 de las de mil 200 personas, tanto rusas como estadounidenses, que prestan servicios en las diferentes sedes de la nación norteña, dos de las cuales serán requisadas este martes.
Específicamente, las autoridades moscovitas confiscarán los almacenes de la calle Dvorni y el complejo de casas de descanso de Serebreni Bor, los cuales pertenecen a la embajada norteamericana.
Esta es apenas la primera señal de acatamiento de las orientaciones del Kremlin en compensación a las recientes penalidades aprobadas por senadores y congresistas de Washington, con especial afectación para el sector energético del país euroasiático.
Incluso, una fuente de la Cancillería rusa indicó que la lista de medidas podría crecer, pues las recién anunciadas solo constituyen una respuesta a los dictámenes hostiles de la Casa Blanca de diciembre de 2016.
Al respecto, varios expertos apuntan que esta nueva confrotación entre ambos países pone fin al corto periodo de acercamiento que pareció propiciar el encuentro de Putin y el presidente estadounidense, Donald Trump, el pasado 7 de julio durante la cumbre de G-7 en Hamburgo.