Seguramente la conclusión del pasado ciclo escolar dejó para muchos padres de familia mucha satisfacción y orgullo de que sus hijos avanzaran dentro del sistema educativo.
Cada caso fue diferente ya que algunos no solo pasaron de grado, sino también de primaria a secundaria y estos últimos a la preparatoria en donde la satisfacción seguramente fue mayor.
Mas no obstante hay muchos estudiantes que todavía continúan sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria, o igualmente van a iniciar un nuevo ciclo escolar.
Pero cualquiera que sea la situación eso representa una nueva odisea para el próximo ciclo escolar 2017-2018 en donde millones de familias mexicanas tienen que calcular los gastos para la compra de útiles escolares, así como uniformes en la según datos del INEGI destinan para la educación el 9.3 por ciento de ingresos y las ventas, aunque estos datos son difíciles de creer para muchas familias en la práctica.
Para los padres de familia tener que enfrentar el golpe económico de la compra de útiles y uniformes escolares, incluyendo la famosa cuota para la sociedad de padres; que “no es obligatorio” y que realmente al final de cada año nunca rinden cuentas sobre el uso del dinero, pero, en fin; no deja de ser un gasto que, si lo sumamos a todos los preparativos para el nuevo regreso a clases, suma aproximadamente dos a tres mil quinientos pesos por cada pequeñín.
La peregrinación comenzó desde la primera quincena de agosto, donde se ha visto decena de padres de familia corriendo por calles del centro de la ciudad, con los chiquillos agarrados en manos, para conseguir ofertas de uniformes y útiles escolares; así que ya se podrán imaginar el escenario, todos con las caras desencajadas porque no completan de tiempo y dinero cuando se tiene más de un solo hijo.
Aunque para algunas tiendas que ofrecen dicho servicio desde el mes de julio, pero en donde siempre han esperado este jugoso ingreso es en el mes de agosto cuando esperan el repunte de venta.
Sin embargo, no se ha registrado la misma afluencia como en otros años, siendo cada vez menos año con año. Algunas de las razones que explican los comerciantes, es que ahora los padres de familia, sobre todo al mejor administrador del hogar, o sea las mamás, ante la situación económica general por la que pasa el país, han hecho rendir el dinero, tratando de ahorrar lo más que se puede.
Para quienes tienen más de un solo hijo los uniformes van pasando como si fuera algún objeto hereditario, al igual que los libros, y todo aquello que pueda ser recuperable o reciclable.
Tanto para los hijos mayores, o las familias que solamente tienen uno solo; procuran reciclar los cuadernos que todavía pueden ser utilizados cambiándoles nada más el color del forro.
En cuanto a las famosas mochilas que andan de moda, simplemente los papas se hacen los sordos ante las peticiones de los menores, y también a reciclarlas si están en buenas condiciones. Dejando así las compras principalmente en cuadernos, lápices de colores y plumas.
Por otro lado, buscan uniformes baratos que han salido al mercado por negocios departamentales que años anteriores no tenían ese tipo de servicio, simplemente por mencionar las tiendas “Del Sol”, han extendido su variedad de productos escolares abriendo el nuevo departamento de calzado escolar, así también las tiendas departamentales en donde normalmente se puede comprar el mandado de la casa abren secciones especiales, así como la venta de éstos en redes sociales, en específico Facebook.
Aparte de la cuota que se le da a la sociedad de padres de familia, la cual varía en cada escuela desde los doscientos pesos a ochocientos cincuenta pesos; también existen las cuotas de salón, es decir, cada alumno debe de entregar dinero a sus maestros destinado a actividades de días festivos, como el día del san Valentín, amistad, el día de la madre, del padre, inicio de la primavera, etc. , y por último no olvidemos el costo de la matricula por alumno que anda en un promedio de los trescientos setenta pesos.
Para muchos padres de familia esto significa todo un sacrifico económico y para poder amortiguarlo la única manera es buscando toda clase de ofertas para comprar lo básico, sin pensar todavía en el uniforme de invierno.
Aunque se dice que la educación es gratuita, muchos se preguntan en qué parte del proceso de la educación de los hijos es gratuita. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org