Caracas, 10 ago (PL) Como un escudo solidario, los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) reafirmaron su compromiso de defender a Venezuela, antes los planes intervencionistas de Estados Unidos y sus aliados.
En la recién concluida VI Reunión Extraordinaria del Consejo Político del ALBA, los participantes, en representación de varias naciones de América Latina y el Caribe, reafirmaron su irrestricto apoyo y solidaridad con el Gobierno y pueblo venezolano, y evaluaron de manera conjunta la coyuntura regional actual, en el contexto del diálogo político entre los países miembros.
Una vez más, el concepto latinoamericanista defendido en su tiempo por el Libertador Simón Bolívar y el Héroe Nacional cubano José Martí, y que fue brújula política en el quehacer revolucionario de Fidel Castro y Hugo Chávez, se hizo realidad cuando las voces de los pueblos se alzaron para defender al hermano agredido.
Esta vez le tocó a Venezuela recibir el respaldo de países amigos, asediada por la ultraderecha internacional y por grupos reaccionarios dentro del país que pretenden convocar a una intervención extranjera en los asuntos internos de esta nación suramericana.
Las voces de Cuba, El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Haití y Bolivia, entre otros, se unieron para rechazar las medidas unilaterales de Estados Unidos contra Venezuela e impedir que nadie puede coaccionar las acciones soberanas de un país independiente.
Cuba, en su invariable postura antihegemónica, exigió al imperialismo sacar sus manos de Venezuela, y respetar las decisiones soberanas expresadas en las urnas, y recordó ante el plenario que «el pueblo venezolano ha hecho escuchar su voz y ha decidido el rumbo a seguir en estas jornadas de crucial importancia para el futuro de Venezuela y de Nuestra América».
«A pesar de la guerra no convencional desatada contra Venezuela -subrayó el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla-, su pueblo ha dado una extraordinaria lección de democracia».
Los países miembros del ALBA reafirmaron que las sanciones económicas unilaterales impuestas contra el pueblo venezolano, «constituyen una clara violación del derecho internacional, de los Derechos Humanos y una inaceptable aplicación intervencionista que tiene como único objetivo afectar de manera directa al pueblo y Gobierno de Venezuela para conseguir con ello un cambio de régimen».
También condenaron la campaña de desprestigio mediático internacional y las acciones unilaterales violatorias del derecho internacional, que afectan hoy la economía venezolana.
Estos propósitos -reafirmaron- tienen como objetivo principal destruir los avances alcanzados en la región, dividir a nuestros pueblos e imponer nuevamente el modelo económico neoliberal, para así poder dominar y controlar las riquezas naturales y someterlas al control de los intereses transnacionales.
En este encuentro que sesionó hace unos días en Caracas, las naciones que integran el ALBA reconocieron que estas acciones contra Venezuela no conducirán a ninguna solución que favorezca al pueblo, y sólo tienen como objetivo generar más inestabilidad, al alentar a los sectores más violentos de la oposición venezolana.
A su vez, condenaron a los gobiernos vecinos y organismos internacionales -entre ellos la OEA-, que propician la violencia y el caos, a quienes responsabilizaron de las consecuencias de acciones desleales.
El ALBA, como organismo regional, también condenó la violencia, que ha costado lamentables muertes y numerosas pérdidas al pueblo venezolano, y reiteró el llamado al establecimiento de un diálogo constructivo y respetuoso que permita recuperar la estabilidad política y económica de Venezuela.
Venezuela no está sola, reafirmaron países miembros del ALBA
Por Miguel Fernández Martínez