Cuando se trata de elecciones tal parece que en nuestro país todo es válido, todo es descalificable, o bien infundado, dependiendo de lo que convenga. Aunque todavía falta mucho para las elecciones del presidente de México, se ha visto por ahí en diferentes medios de comunicación estadísticas de todo tipo.
Es más que evidente que siempre resaltarán aquellos informes o estadísticas nacionales en donde todo sume a favor de la administración federal actual, obviamente que más allá de justificar un sueldo se trata de dejar el mensaje que las cosas no se han hecho tan mal como lo dice la crítica no solo a nivel nacional, sino también internacional con respecto a decisiones tomadas por Enrique Peña Nieto.
Todos los mexicanos conocemos al Instituto Nacional de Estadística y Geografía también conocido por sus siglas INEGI, quien se ha distinguido por ser un organismo gubernamental federal de los más objetivos en sus estudios y mucho más acertado que cualquier empresa privada por la sencilla razón que cuenta con su base de datos de todos los mexicanos, así como la cantidad de personal para poder realizar sus estadísticas a nivel nacional.
En informes recientes por parte del INEGI, reportan que más de 55 millones de mexicanos, el 46.2 por ciento de la población, están al día de hoy en los distintos niveles de pobreza, representando esto como un mal permanente, en pocas palabras México continua en la pobreza.
Sin embargo, existe una discrepancia por personas “expertas”, que contradicen todo y añadiendo que no se podrá conocer los resultados de pobreza o miseria de la actual administración de Enrique Peña Nieto.
Esto muy conveniente ahora que se aproximan las elecciones para presidente de México, es más que obvio que el gobierno federal admita el estudio de otro organismo gubernamental, pero sencillamente pregúntese a sí mismo si le rinde el dinero o no.
Lo que si es un hecho es que en todos los países del mundo incluyendo hasta los más desarrollados o aquellos conocidos como potencias mundiales el reparto de la riqueza nunca será homogénea, siempre habrá sectores con pobrezas, carencias de servicios, etc.
Nuestro país tampoco es la excepción de esa desigualdad, pero está muy detectable en qué zonas hay más industrialización o qué localidades genera más dinero al igual como aquellas vulnerables.
Solo por mencionar un ejemplo a diferencia de los estados del sur del país, donde la desnutrición, las enfermedades gastrointestinales y respiratorias se encuentran entre las principales causas de muerte, en los estados de la zona norte que cuentan con expectativas económicas mejores y un nivel de alimentación superior.
Pero al contrario de lo que se piensa que por el hecho de estar bien alimentados o “gorditos” como sinónimo de buena salud, ha llevado en muchos de los casos a tener un consumo de grasas saturadas y acompañado a una vida sedentaria, carente de ejercicio y a la presencia de adicciones como el tabaquismo y el alcohol, trae como consecuencia que las enfermedades del corazón se encuentren entre las principales causas de muerte.
Así que no se puede considerar el aumento de muerte con la desnutrición o pobreza, pero lo que sí es una realidad es que para el sentir de los mexicanos al igual que el reporte arrogado por parte de INEGI, México sigue hundido en la pobreza. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org