El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro
John Fitzgerald Kennedy
Con un primer año de gestión transcurrido de manera meteórica, pues las “curvas de aprendizaje” y los enfrentamientos en el gabinete han generado un desgaste inusual a una administración que llegó con una amplia legitimidad, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, ha dejado entrever que los ajustes entre sus colaboradores llegarán apenas rinda su informe ante el Congreso del Estado.
Versiones han corrido –ciertas o no- sobre las reuniones que el mandatario ha tenido con sus colaboradores, en donde les ha exigido una mayor eficiencia en la labor desempeñada, pues en todo el primer año de gobierno quien ha tenido que salir al paso por los yerros discursivos o mediáticos es justamente el gobernador, cuando la dinámica administrativa indica que debiera ser en contrario, es decir, que el gabinete debiera cubrir con sus acciones aquellos temas que de manera natural son difíciles de abordar; sin embargo, en todo este periodo la declaración preferida de los actuales secretarios ha sido el “nos saquearon”, en referencia al desfalco a las arcas por parte de la administración de Roberto Borge Angulo.
Un viejo cuento ruso narra que un alto funcionario al ser designado recibe de su antecesor tres sobres, y la conseja de que el primero de ellos lo abra ante las primeras dificultades, la recomendación escrita en ese sobre es “cúlpame de todo a mí”; para el caso de Quintana Roo, ese primer sobre se abrió apenas iniciada la administración joaquinista y todo el primer año transcurrió entre la desaparición efectiva de las normas y estructuras que posibilitaban la impunidad a los funcionarios del pasado y las declaraciones y yerros del gabinete, cuya excusa favorita es “no nos dejaron nada.”
Ese discurso del primer sobre se ha agotado y la semana anterior, en un evento sobre transparencia y rendición de cuentas, Carlos Joaquín González dio una declaración cuyos alcances no fueron entendidos por todos, pero sí por quienes desde ahora están en picota: sus mismos colaboradores. El mandatario aseveró que “hay funcionarios que quieren seguir actuando como en el pasado, y eso no lo vamos a permitir”; eso representa el preámbulo de los ajustes esperados en el gabinete, por una sociedad que no termina de percibir los beneficios del cambio. Aquel viejo funcionario ruso –el del cuento-, al abrir el segundo sobre encontró la siguiente recomendación: “Con las presentes estructuras nada puede hacerse. Cámbielas.» El gobernador quintanarroense ha abierto entonces su segundo sobre y se apresta a realizar los cambios.
Con lo anterior como contexto, falta saber qué tan amplios serán los ajustes al gabinete, cuáles serán los criterios a utilizar, es decir, si se irán aquellos que llegaron por compromiso político o sólo los que han dado muestras de ineficiencia; o si obedecerán única y exclusivamente a los requerimientos políticos del próximo proceso electoral. De lo que no cabe duda, es que ninguno de los funcionarios de alto nivel puede asumir, en este contexto, que tiene el espacio asegurado –aunque, en teoría, se supone que ninguno lo tiene.-
El domingo próximo inicia el segundo año de gestión de Carlos Joaquín González, le restan cinco años a su administración y los resultados son aun inciertos, pero sí también hay certezas en algunos temas: primero, las estructuras de impunidad han sido derribadas y con ello construidas las que, se supone, sí funcionarán en beneficio de la sociedad; segundo, a partir de ahora no es válido ya el discurso de “nos saquearon”, ahora corresponde al gobierno en funciones dar resultados; tercero, los compromisos políticos iniciales han sido cumplidos –aunque surjan otros- y con ello el mandatario está el libertad de escoger a quienes con él deberán trabajar por la entidad; con esas por ahora bastan.
Por último, la recomendación del tercer sobre del cuento ruso es: “escribe tus tres sobres”, se supone eso ocurre al final de la gestión; el contexto en el que serán redactados los de Carlos Joaquín, sus resultados pues, corresponden sólo a él y sus colaboradores, con el cambio prometido, a todos nos conviene que sea en las mejores condiciones, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.