Entre los medianos y pequeños comerciantes, uno de los principales temas siempre ha sido las obligaciones fiscales. Aunque las autoridades fiscales se cansen de decir que son tan sencillas que ni siquiera se requiere la contratación de un contador público, la verdad de las cosas es todo lo contrario.
Entonces es cuando los comerciantes siempre se preguntan y hacen referencia cómo le harán aquellos negocios familiares en donde participan solamente de uno o dos personas.
Ahora bien, tampoco la Secretaria de Hacienda puede obligar al consumidor a comprar en lugares establecidos dentro de la formalidad ya que su presupuesto no es suficiente como para comprar.
Hay también usos y costumbres que se han conformado como parte de una cultura. Una de ellas son los mercados rodantes que representan desde hace un buen tiempo una excelente opción para los mexicanos que no cuentan con los suficientes recursos para adquirir una prenda nueva de vestir, por lo que esos tianguis siguen funcionando en las diversas regiones de México y de Coahuila.
Y aunque algunas zonas de cada municipio estén identificados o mejor dicho localizables por las autoridades locales, y paguen algún tipo de permiso, no dejan de ser comercio informal.
Pero a la gente realmente no le interesa si están o no dentro de la formalidad, sino su único interés es el de hacer rendir su propio bolsillo y no solamente compran ropa en eso mercados rodantes, sino también hay frutas y verduras frescas, productos cárnicos, tanto de res, puerco y pollo, así como antojitos mexicanos, por lo que visitar esos tianguis resulta muy atractivo para las familias de cada localidad del país.
Son mercados que tienen muchos años funcionando en cada cabecera municipal del país entero, y que se han resistido a problemas como el de la inseguridad pública, que, pese al pandillerismo que, pese a las extorciones de la delincuencia organizada y delincuencia de funcionarios públicos principalmente municipal, han logrado todavía al día de hoy vencer esas dificultades sobreviviendo todo tipo de obstáculos.
Esos tianguis o mercados rodantes siguen abiertos porque ahí la gente encuentra precios mucho más bajos que lo que se ofrecen en las grandes cadenas de autoservicio, por eso siguen siendo una buena opción para el consumidor.
El crecimiento en el país de los mercados rodantes ha sido bastante por el problema de la falta de empleo y por los bajos salarios. La gente no completa con lo que gana y este tipo de comercio sostiene a muchas familias de bajos recursos o bien hasta a profesionistas.
Los mercados rodantes no solo son una buena opción para los consumidores, sino que también son la base para que muchas familias puedan completar para pagar los gastos básicos en sus viviendas, mucha gente va saliendo adelante porque además de su empleo formal tienen un negocio propio en estos tianguis. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org