Roma, 16 oct (PL) Marcado por un incremento del hambre en el mundo se celebra hoy aquí el Día Mundial de la Alimentación, el cual coincide con el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 1945.
El papa Francisco y ministros de Agricultura de los países capitalistas más industrializados miembros del G7, asistirán a la ceremonia junto al director general de la FAO, José Graziano da Silva, y el Comisario Europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan.
El Sumo Pontífice pronunciará el discurso de apertura tras develar una escultura del artista italiano Luigi Prevedel, que representa al niño sirio Aylan Kurdi, quien murió ahogado en 2015 en el Mediterráneo, devenido símbolo de la tragedia de los refugiados en el mundo.
«Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural» es la premisa de la celebración este año, signada por un aumento del número de personas que huyen de sus hogares ante el incremento de los conflictos y la inestabilidad política.
Influyen también en el fenómeno migratorio el hambre, la cual aumentó en 2016 tras una década de descenso sostenido, para alcanzar la cifra de 815 millones de personas que la padecen, 38 millones más que en 2015.
En el mundo dos mil 100 millones de habitantes son pobres y alrededor de 800 millones, la inmensa mayoría de zonas rurales, se acuestan con hambre cada noche, lo cual equivale a una de cada nueve personas del planeta, pese a que los actuales niveles de producción son suficientes para alimentarlas a todas.
A la inseguridad alimentaria se añaden la pobreza y los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático, el cual en 2015 provocó el desplazamiento de más de 19 millones de individuos.
Hacia el hambre cero, será también tema de un debate en el Centro Sheikh Zayed, en la sede de la FAO, en el cual participarán los embajadores especiales del organismo internacional de la ONU para la consecución de ese objetivo, quienes expondrán qué se hace en ese sentido, en sus respectivas regiones.
Más de 150 países de todo el mundo organizan eventos este día para sumar voluntades en la lucha contra ese flagelo de manera que todos los habitantes del planeta tengan suficiente comida para disfrutar de una vida sana y saludable.