Caracas, 16 oct (PL) La oposición venezolana desconoce la derrota en las elecciones a gobernador de los 23 estados, celebradas este domingo, y llamó a sus dirigentes nacionales y regionales a retomar actividades de calle para respaldar su posición.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) apenas se alzó con cinco de las 23 plazas en disputas contra 17 que fueron a manos de la izquierda representada en el Gran Polo de la Patria (GPP).
El jefe de campaña de la MUD, Gerardo Blyde, indicó que la coalición llamó a todos sus comandos regionales, incluidos Zulia, Táchira, Mérida, Anzoátegui y Nueva Esparta, donde resultaron ganadores, a agilizar la auditoría absoluta del proceso, ya que «sólo así podremos reconocer los resultados».
Anoche durante la celebración del triunfo popular, el presidente Nicolás Maduro pidió en un acto trasmitido por la televisión nacional una auditoría del 100 por ciento de los resultados, estado por estado.
Lo que se llama «acciones de calle» se tradujo en Venezuela en 120 días de violencia respaldada por sectores opositores que cobraron 172 vidas y dejaron más de mil heridos en todo el país.
Pese a tildar de «irregular» el proceso electoral, Blyde confirmó el efecto determinante de las divisiones internas en la coalición opositora, cuando llamó a «la unidad y política común en una misma estrategia», como un elemento de gran importancia.
El resultado de este domingo fue como un «balde de agua fría» para la MUD que no escatimó esfuerzos para tratar de restar legitimidad al gobierno constitucional del presidente Maduro y a las elecciones convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ente que encarna el poder soberano, el del pueblo.
Según algunos análisis, los comicios de este 15 de octubre marcaron una pausa en Venezuela y los sectores opositores deberán buscar el diálogo para alcanzar un espacio de convivencia que les permita recuperarse y organizar sus fuerzas rumbo a las presidenciales del próximo año.
Pero, al parecer la alternativa que prefieren es declarar fraude y volver al terrorismo callejero en vez de sentarse a dialogar y buscar una solución a los problemas que golpean a Venezuela, incluyendo una convivencia de la Asamblea Nacional (en desacato) con la Asamblea Nacional Constituyente.