Por Ana León
La nueva exposición de la fotógrafa y artista mexicana Fabiola Menchelli, Bajo el sol azul, es la continuación de una exploración sobre la relación entre la arquitectura y la fotografía. Para establecer dicha relación, la fotógrafa, originaria de la Ciudad de México, echó una mirada al pasado para encontrar los primeros puntos de intersección entre ambas disciplinas, uno de ellos fue la cianotipia, un proceso fotográfico inventado en 1842 que fue apropiada por los arquitectos para hacer copias de planos. Para Menchelli, que en 2014 inició con la exploración de este proceso en su trabajo, la cianotipia “habla de lo esencial de la fotografía” y establece una “relación conceptual entre la fotografía y la arquitectura”.
“Investigando, tratando de buscar una relación histórica entre la fotografía y la arquitectura me encontré con los cianotipos como un espacio donde la fotografía se usa no para documentar el edificio terminado sino para hablar de cómo construimos. Mi trabajo siempre habla de la fotografía en relación con otros medios: la arquitectura, la pintura o el dibujo. La técnica de la cianotipia me da una base, materialmente hablando, de lo esencial. Y el color azul también tiene esa relación”. El diálogo con la arquitectura en la experiencia visual y sensible de la artista trasciende su actividad como fotógrafa, desde niña estuvo muy en contacto con la disciplina: su madre y hermano son arquitectos. No es raro entonces encontrar en la creación de sus imágenes construcciones espaciales, definición de geometrías o su yuxtaposición, así como juegos de claroscuros sobre estructuras en series como Ellipse (2015-16), Blueprints (2015), Concrete Space (2014-15) o Constructions (2012-13).
Sin embargo, en su trabajo no vemos edificios per se, sino abstracciones espaciales que evocan o esbozan un espacio físico real (edificios o estructuras construidas por la propia artista) o ficticios (que sólo existe dentro de la cámara). Aquí, la abstracción para la artista “no es una estética” sino un lenguaje del que echa mano para “comunicarse a través de las imágenes”, además de que es un “lenguaje muy abierto, maleable” y que “tiene una simbología interpretable” que permite “dejar que te vuelques encima de ellas (las imágenes) en vez de que ellas te griten que es lo que estoy tratando de decir”.
En Bajo el sol azul Menchelli genera el espacio dentro de la cámara a través de múltiples exposiciones. Durante una residencia, en 2015, en Casa Wabi, Oaxaca, en el edificio diseñado por el arquitecto japonés Tadao Ando, un observatorio pensado por éste como un espacio de contemplación devino el punto de inspiración para esta serie que refiere a “la poética de la observación”. A la serie de siete fotografías originales duplicadas, se suma una pieza sonora que “cuando caminas por el espacio disparas dos sensores de movimiento que disparan dos sonidos diferentes y se hace una múltiple exposición sonora”, explica Menchelli en entrevista. “El espacio físico de la galería”, entonces, “se vuelve otro espacio”. Los sonidos fueron grabados con cuencos de cuarzo producidos al golpear el cuenco y jalar el sonido de manera circular en el borde de éste que “representa el borde del observatorio” que es lo que se ve en las imágenes y que la artista fotografió durante 28 días: en un ciclo lunar. “El sonido”, como explica, “hace mímica de la imagen”.
“Lo que hice que fue fotografiar el borde del observatorio, tomar dos o tres exposiciones del borde del observatorio sobre el mismo archivo”, entonces “el espacio en sí (el de la imagen) no es algo que puedas ir a visitar sino es algo que solamente la cámara puede ver a través de estas múltiples exposiciones. Es como este ‘punto de vista’ que me parece muy relevante en la forma en la que construimos nuestra propia realidad a través de nuestro filtro”. Aquí, la cámara fue usada “como si fuera un cerebro para apuntar hacia la percepción”.
Bajo el sol azul actualmente se exhibe en la galería BWSMX, antes Yautepec, que con esta muestra da inicio a una nueva etapa como espacio de exhibición y venta de obra de arte. El trabajo de Menchelli se podrá ver hasta el 18 de noviembre.