El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia asegura que la prolongada suspensión de clases por los sismos de septiembre pasado puede provocar la deserción escolar en zonas de desastre.
La jefa del programa de educación de la Unicef en México, Carmen López Flórez, recordó que antes de la emergencia 4 millones de niños mexicanos estaban fuera de las aulas y la cifra podría aumentar.
Por ello, urgió a las autoridades a reabrir lo más pronto posible las escuelas que están en condiciones, así como instalar aulas provisionales y carpas seguras para que los alumnos tomen clases.