Una ciudad construida de la nada que será más grande que Dubái y que tendrá más robots que humanos, eso es Neom, que emergerá en una península arenosa al noroeste de Arabia Saudita. Para el príncipe heredero de este país, Mohámmed bin Salmán esta ciudad es un “salto de la civilización para la humanidad”, un centro de negocios con tecnología de avanzada, desarrollo biotecnológico, medios y aerolíneas, un paraíso terrenal para millonarios. “La nueva era del progreso humano”, reza un video donde se promociona esta tierra para gente libre y sin estrés.
Se planea que Neom sea una ciudad donde no exista el dinero, donde haya más robots que humanos, donde la energía provenga de paneles solares y en la que no haya calles sucias ni tiroteos; donde no existan los atascos, los autos con gasolina y los mendigos en la calle sean sólo un recuerdo de un tiempo al que no se quiere volver.
El proyecto está siendo ofrecido a diferentes inversionistas por el príncipe heredero y su objetivo es construir, más que una ciudad, la primera zona económicamente independiente del mundo que cubrirá una superficie de 26 mil kilómetros cuadrados repartidos en tres países y cuya inversión oficial será de 500 mil millones de dólares.
Por esta zona, señalan los promotores de la iniciativa, fluye casi una décima parte del comercio mundial. Se precisa que esta ciudad, de concretarse, tendrá el crecimiento per cápita más alto del mundo. Una parte de la inversión la aportará el Fondo de Inversión Pública del gobierno de Arabia Saudita presidido por el príncipe heredero y para completarla, se buscará a inversionistas locales y extranjeros.
La iniciativa es parte del proyecto Visión Saudita 2030, que busca reducir la dependencia del país al petróleo y transformar la imagen de un país profundamente conservador a uno más abierto al capital privado extranjero.