No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague. La nueva propuesta aprobada del Código Penal en Coahuila va directamente contra la negligencia médica y otros actos en los que incurran los profesionistas de la medicina.
Habrá castigos para todo aquel doctor que cause lesiones por operaciones quirúrgicas o suministre medicamentos contraindicados al paciente. Hasta castigos de 5 años de prisión, así como la suspensión de 6 meses a 4 años del derecho a realizar operaciones quirúrgicas, como también será castigado aquellas que sean innecesarias.
Y es que la verdad de las cosas, es que la negligencia médica cada vez va en aumento sin tener un avance a favor del o los pacientes afectados por un acto de omisión del doctor, causando un daño significativo en la salud de la o las personas, a pesar de las leyes que regulan a los médicos y establecen castigos a estos profesionistas al cometer un error.
Cuando un afectado, demanda justicia por esa omisión médica, su proceso entra a un proceso burocrático y extremadamente lento. Los familiares se ven obligados a erogar cantidades exorbitantes para atender al enfermo en otro lado o con otro médico.
Muy pocos profesionistas de la medicina, han tenido la inteligencia de contratar pólizas o seguros de negligencia profesional, a sabiendas que como cualquier ser humano puede cometer errores; o bien, que cada cuerpo reacciona de diferentes maneras.
Este tipo de errores médicos o instituciones de gobierno como el Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospitales Generales e inclusive en sanatorios y hospitales privados, la gente lo percibe como un indicador de que los nuevos doctores cada vez salen menos preparados y si a eso le añadimos la juventud del doctor, su conocimiento se pone cada vez más en duda.
Qué tan verosímil podría resultar la percepción general de los pacientes y algunos sectores de la población usar como parámetro anterior para calificar la capacidad de los doctores y con el simple hecho de la gran diversidad profesional en el ramo médico a lo que hace años no se tenía, es decir, ya no se cuenta con un médico de cabecera o lo que la gente solía decir el doctor de la familia.
Cuántas veces se ha ido con algún especialista y al momento de cuestionarlo sobre quién es el médico de cabecera; no se tiene una respuesta precisa, por el simple hecho que antes de llegar al especialista tuvo que haber recurrido unos cuantos antes que él.
Antes de que surgieran tantas especialidades y subespecialidades, el doctor que atendía desde niño, seguía siendo el mismo hasta convertido en un adulto. Pero no siendo suficiente con ello continuaba siendo el mismo médico para generaciones futuras.
La gran variedad de opciones que tienen ahora los pacientes en buscar a especialistas y subespecialistas no significa que los doctores saben menos, sino que son buenos en su ramo, sin embargo, existen muchos profesionistas celosos del conocimiento aferrándose a un cuadro clínico que no le corresponde a su área dando tratamientos o metiéndolos al quirófano cuando realmente no le correspondía al paciente cometiendo esas omisiones o negligencias médicas.
Por otra parte, también las Escuelas y Facultades de Medicina tienen que reconocer que la preparación de los futuros doctores se está perdiendo, ausentándose esa esencia de la relación paciente y médico.
Es muy común en la visita con los doctores recién egresados, el paciente puede decir misa de sus dolencias para que al final no diga nada y mandándolo inmediatamente a los análisis para poder diagnosticar la enfermedad o para enviarlo con el especialista, comenzando el viacrucis en hospitales, estudios de laboratorios, exámenes médicos, radiografías, ultrasonidos, resonancia, etc., y una vez volteado de cabeza puedan decirle al paciente qué es lo que tiene.
La negligencia médica inicia desde la enseñanza de medicina en donde tal pareciera que en lugar de preparar profesionistas están maquilando doctores para interpretar diagnósticos clínicos, siendo muy cuadrados en su valoración final.
No siendo poco con eso es muy notable en todas estas nuevas generaciones de doctores, la insensibilidad que demuestran muchos de ellos, así como la falta de humanidad que cada vez es más ausente, siendo esto no solo entre los médicos de instituciones como el I.S.S.S.T.E., IMSS, Hospital Universitario, Hospitales Generales, etc., sino igual en centros médicos y hospitalarios particulares. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org