Moscú, 12 nov (PL) Los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump parecieron practicar en Vietnam una diplomacia de portafolio, al estilo de los empresarios en ferias comerciales, cuando, sin un estante fijo, abordan temas cruciales para sus negocios.
En la XXV cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Putin y Trump sostuvieron miniencuentros en al menos cuatro ocasiones que, según el mandatario ruso, fueron suficientes para abordar los temas más importantes.
A veces sin intermediarios, con el idioma de Shakespeare mediante, u otras con traducción, ambos líderes lograron, incluso, un acuerdo para emitir una declaración conjunta sobre Siria. En un tope con la prensa al finalizar la cita cimera en Da Nang, Putin opinó que la declaración adquiere importancia ahora que las tropas sirias, con apoyo de la aviación rusa, eliminaron casi por completo al terrorista Estado Islámico (EI).
De hecho, el documento reconoce la necesidad de cumplir con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria y de respetar la soberanía, independencia, unidad, integridad territorial y el carácter laico del país levantino.
Además, como afirmó Putin, llama a crear condiciones para preparar un tránsito político, con elecciones transparentes y abiertas, con participación de todas las fuerzas, incluidas las que están fuera de Siria.
Estados Unidos es conocido por incumplir arreglos pactados con Rusia en el tema sirio, pero analistas consideran que, al menos públicamente, Washington asume los referidos compromisos.
Una declaración del mando militar ruso denunció como las tropas norteamericanas colaboran en Siria con grupos armados, incluido el EI, para permitir, desde territorios bajo su control, ataques contra las fuerzas gubernamentales.
Además, crecen las evidencias de que la Casa Blanca, tras bombardear sin piedad a la ciudad de Raqqa, con el anunciado propósito de destruir al EI, ahora repentinamente asigna millones de dólares para su reconstrucción.
En Moscú sospechan que, después de negarse a brindar ayuda humanitaria a la población de Raqqa, Estados Unidos esboza planes para convertir esa ciudad en una nueva capital siria, fuera del control del gobierno sirio.
Pero más allá de alguna especulación de los analistas, el documento conjunto logró arrancar a Trump algunas declaraciones a regañadientes como la posibilidad de reforzar el combate al terrorismo en Siria, de conjunto con Rusia.
De hecho, el presidente norteamericano quedó impresionado con sus encuentros casuales con Putin en la cumbre de la APEC, al señalar esta jornada que el acercamiento y buenas relaciones con Moscú benefician tanto a su país como al resto del mundo.
En la agenda improvisada de ambos dirigentes también estuvo presente la crisis en Ucrania, donde en febrero de 2014 la derecha tomó el poder en Kiev, luego un golpe de Estado, denunciado por el Kremlin.
Pero Putin reconoció que la llamada diplomacia de portafolio es insuficiente para tratar con calma la amplia agenda de temas bilaterales e internacionales de ambos estados.
La ausencia de una reunión formal con Trump, consideró no obstante Putin, demuestra que los nexos entre Rusia y Estados Unidos aún no han salido de la crisis.
Al comentar las demandas de la justicia estadounidense para que el canal Russia Today (RT) y la agencia Sputnik se registren como agentes extranjeros, Putin denunció ese hecho como un ataque a la libertad de expresión, tan defendida en Occidente.
Las acusaciones, sin prueba alguna, de que RT y Sputnik realizaron trabajos para interferir en el sistema electoral norteamericano son, en realidad, una expresión de las diferencias de política interna en Estados Unidos, estimó.
Politólogos consideran que la diplomacia de portafolio de Putin y Trump probablemente continúe en otros escenarios internacionales, pues Rusia y Estados Unidos parecen vivir ahora el peor momento de sus nexos desde el fin de la Guerra Fría.
Putin-Trump: la diplomacia de portafolio
Por Antonio Rondón García